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El crédito formal crece en Panamá, pero persiste alto riesgo en financieras y otros sectores

El crédito formal crece en Panamá, pero persiste alto riesgo en financieras y otros sectores
Área bancaría

Mientras la banca consolida su estabilidad y reduce morosidad, las financieras y prestamistas no regulados enfrentan niveles críticos de impago

El crédito formal en Panamá sigue expandiéndose con fuerza, alcanzando una deuda total superior a los $42,000 millones y más de 2.3 millones de personas con al menos una referencia crediticia, según el más reciente informe de APC Experian correspondiente a junio del 2025, informó el diario La Estrella.

A pesar de una ligera mejora en los indicadores generales de morosidad, que bajaron de 7,5% en el 2024 a 6,8% este año, la gerente general de APC, Giovanna Cardellicchio, advirtió que esta disminución puede resultar engañosa.

Más de $139 millones han sido trasladados a Cuentas contra Reserva, lo que implica que los bancos y entidades financieras están absorbiendo esas pérdidas al considerarlas irrecuperables.

Los bancos siguen liderando tanto en volumen como en estabilidad del crédito, con un saldo total de $36,484 millones, crecieron un 3% en un año, las obligaciones activas superan los 2 millones, con una morosidad de apenas 5,05%.

Dentro de este segmento, las hipotecas representan el producto más relevante, con un saldo de $21,167 millones y una morosidad de 4,98%, mientras que los préstamos personales alcanzan $8,400 millones, con 624,398 obligaciones activas y una morosidad de 4,15%.

En contraste, las tarjetas de crédito bancarias mantienen el índice de morosidad más alto dentro del sector, con 8,9% sobre saldo, a pesar de registrar un aumento en su uso, con 63,586 tarjetas nuevas emitidas en el último año.

Los préstamos de autos sobresalen como el producto bancario de menor riesgo, con una morosidad de solo 2,31% y 161,428 préstamos activos por un total de $2,170 millones.

En contraste con la banca, las financieras muestran señales alarmantes, su cartera totalizó $1,974 millones, creciendo un 20% en el último año, pero con una morosidad superior al 19,6%, la más alta del sistema financiero formal, en préstamos personales, la morosidad alcanzó el 18,05%, mientras que en tarjetas de crédito llegó al 17,21%.

El sector clasificado como “otros”, que incluye telecomunicaciones, comercio y prestamistas no regulados, presenta una situación aún más crítica, aunque su saldo cayó un 8%, ubicándose en $948 millones, su morosidad escaló a un preocupante 46,4%, evidenciando la urgencia de mayor regulación y control.

Las cooperativas mantienen un perfil de crecimiento modesto, su cartera aumentó un 4%, hasta alcanzar $1,642 millones, pero sus obligaciones activas cayeron un 1% y la morosidad se mantuvo alta, en 7,3%.

En mayo del 2025, los bancos colocaron 45,499 nuevos préstamos, un incremento del 12% interanual, las cooperativas otorgaron 6,244 préstamos, incremento de 8%, mientras que las financieras sufrieron una caída del 5%, con 21,421 préstamos nuevos.

El informe de APC Experian evidencia que el sistema bancario sigue siendo el pilar de la estabilidad crediticia en Panamá, con crecimiento sostenido y baja morosidad en la mayoría de sus productos.

Sin embargo, sectores como las financieras y prestamistas no bancarios enfrentan niveles críticos de impago que podrían poner en riesgo la salud financiera del país si no se implementan medidas de supervisión más estrictas.

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