La infraestructura crítica enfrenta amenazas automatizadas y personalizadas que apuntan a interrumpir servicios esenciales y extorsionar a sectores estratégicos
Los entornos de tecnología de la información (TI) y tecnología operacional (OT), pilares de la infraestructura crítica de Panamá, enfrentan un creciente riesgo de ciberataques altamente sofisticados, según el más reciente Reporte Global de Amenazas 2025 elaborado por Fortinet.
Durante la primera mitad del 2025, Panamá fue blanco de 2,400 millones de intentos de ciberataques, de los cuales 1,000 millones correspondieron a escaneos activos, es decir, esfuerzos automatizados de reconocimiento para identificar servicios vulnerables.
En este mismo periodo, Latinoamérica concentró el 25% de las detecciones a nivel global, lo que pone de manifiesto un escenario cada vez más crítico para la región.

Su objetivo no es solo el robo de datos, sino también la interrupción de servicios, el secuestro de operaciones y la extorsión, incluso dejando puertas traseras para futuras explotaciones. “Los entornos de OT ya no son daño colateral; se están convirtiendo en objetivos primarios”, advierte el reporte.
Entre los sectores más atacados destacan, por segundo año consecutivo, la industria manufacturera, seguida por telecomunicaciones, salud y servicios financieros.

Estos ataques calculan con precisión el impacto económico y operativo de una interrupción para elevar las demandas de rescate, lo que confirma un cambio estratégico en los métodos del ransomware, de secuestro de datos a secuestro de servicios.
Por otro lado, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha reformado el panorama de ciberseguridad, del lado ofensivo, los atacantes están empleando IA personalizada a través de herramientas como FraudGPT y WormGPT para automatizar campañas de phishing, mapear superficies de ataque y lanzar campañas de ingeniería social cada vez más realistas.
En el frente defensivo, Fortinet está integrando IA tanto discriminativa, para la detección de malware nuevo, como generativa (GenAI) para priorizar alertas y reducir el tiempo de respuesta.

Este tipo de tecnología, señalan, aumenta la eficiencia de los analistas de seguridad, sobre todo en entornos donde el personal especializado es escaso. “La IA basada en amenazas, combinada con el contexto del sector, puede marcar la diferencia entre contener o sufrir una brecha crítica”, concluye el reporte.
Con una creciente dependencia de sistemas digitales en sectores vitales como la banca, telecomunicaciones, salud y transporte, Panamá enfrenta el desafío urgente de reforzar sus estrategias de ciberseguridad.
Los datos de Fortinet advierten que los atacantes están automatizando el camino desde la intrusión hasta la explotación, y la infraestructura crítica se ha convertido en uno de los blancos favoritos de los actores maliciosos.
El llamado de los expertos es claro: invertir en ciberdefensas modernas, talento especializado y tecnologías como IA, será fundamental para proteger los servicios esenciales del país ante un panorama digital cada vez más hostil.
