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Gobierno de Merz en Alemania cumple 100 días marcado por crisis

Gobierno de Merz en Alemania cumple 100 días marcado por crisis
El presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y canciller de Alemania, Friedrich Merz. EFE/EPA/HANNIBAL HANSCHKE

El canciller alemán enfrenta presiones económicas e internacionales, una coalición forzada y el avance sostenido de la AfD

A 100 días de asumir el poder, el canciller alemán Friedrich Merz enfrenta una realidad compleja y desafiante, crisis económicas, tensiones internacionales, una coalición que limita sus movimientos y una ultraderecha —Alternativa para Alemania (AfD)— que no cede terreno en las encuestas ni en el Parlamento, informó la agencia EFE.

Merz llegó a la jefatura de la Unión Cristianodemócrata (CDU) con el objetivo declarado de reducir a la mitad a la AfD, convencido de que su partido debía reconquistar a los votantes conservadores desencantados por el giro centrista de la era Merkel.

Sin embargo, tras cien días de gestión, la AfD no ha perdido fuerza, por el contrario, ha duplicado sus resultados y se ha consolidado como principal fuerza de oposición.

Angela Merkel. Foto: AFP, Archivo.

Ante este escenario, Merz ha defendido la necesidad de un giro político firme para contener el avance de la ultraderecha.

No obstante, la realidad parlamentaria lo obligó desde el inicio a formar una coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD), y a negociar incluso con Los Verdes para sacar adelante reformas clave, esa necesidad de estrategia del compromiso recuerda, irónicamente, al estilo que Merz prometía dejar atrás.

Tradicionalmente defensores de la austeridad, la CDU/CSU aceptó una reforma constitucional para flexibilizar el freno a la deuda y permitir gastos excepcionales en defensa y un fondo de inversión pública de $582,026 millones.

Merz justificó este cambio por dos motivos principales: la creciente presión internacional tras el encuentro entre Zelenski y Trump en Washington, que dejó claro que Alemania debe asumir más responsabilidades en seguridad; y la necesidad urgente de inversiones para reactivar una economía que muestra claros signos de desaceleración.

El Ministerio del Interior, Alexander Dobrindt.

Desde la CSU, aliada de la CDU, el primer ministro bávaro Markus Söder describió a la coalición como la última bala de la democracia ante el ascenso de la AfD.

El Ministerio del Interior, en manos de Alexander Dobrindt (CSU), ha implementado medidas controvertidas como deportaciones de criminales a Afganistán y devoluciones en caliente de solicitantes de asilo, acciones que buscan frenar la migración irregular pero que han generado reacciones divididas.

En el plano económico, las promesas de reactivación aún no se traducen en resultados tangibles. “Se prometió mucho, pero no ha pasado nada”, resume Hubertus Bardt, director del Instituto de Economía Alemana (IW), en entrevista con EFE.

Según Bardt, el entusiasmo inicial de los empresarios se ha disipado ante la falta de dinamismo del gobierno, el impacto negativo de los aranceles de Trump y la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento.

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