El escritor mexicano lanza su novela El hombre y reflexiona sobre el auge del sentimiento antimigrante, la desigualdad económica y el uso político de la migración
En medio de la tensión migratoria que vuelve a marcar el pulso político en Estados Unidos, el escritor y guionista mexicano Guillermo Arriaga asegura que reducir el problema a una batalla entre buenos y malos es un error. “No quiero decir que el votante de Trump esté equivocado. El sistema los dejó atrás, y es más fácil culpar al extranjero que al sistema”, explicó en entrevista con EFE.
Con la publicación de su nueva novela, El hombre (2025), Arriaga se sumerge en los orígenes del capitalismo en el siglo XIX a través de la figura de Henry Lloyd, un empresario ficticio que forja su riqueza mediante la esclavitud y la invasión de territorios indígenas y mexicanos. Con esta historia, busca mostrar cómo la migración ha sido utilizada históricamente como herramienta política y económica, tal como ocurre en la actualidad.
“No hablo de un hombre que cree en la humanidad de los migrantes. Cree en la ventaja económica que le representan, igual que hoy en Estados Unidos”, señaló el autor de Amores Perros y Babel.

Arriaga argumenta que la globalización solo abrió las fronteras a los productos, no al trabajo humano, y eso ha provocado frustración en sectores sociales como la clase baja blanca estadounidense, que fue desplazada por otros grupos migrantes. “A ellos se les prometió prosperidad, pero las grandes fortunas hoy son de Jeff Bezos y Bill Gates. Ellos quedaron al margen”.
Aunque la novela tiene una carga política evidente, el autor de 67 años asegura que su intención fue simplemente sentir el pulso de las cosas y contar una historia que había intentado desarrollar antes, pero que encontró su forma definitiva en esta obra, agotada en preventa con 15,000 ejemplares vendidos.
En El hombre, Arriaga también recupera episodios poco contados de la historia mexicana, como la participación de esclavos y apaches en la guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848), conflicto que el autor considera mal narrado por la historiografía dominante.
“Nunca se habla de los apaches como aliados de México. Pero yo he ido a esos territorios, a Coahuila, y he escuchado directamente esas historias”, comentó.
Para documentar la novela, el autor no recurrió a archivos oficiales, sino a testimonios orales transmitidos por generaciones, lo que le permitió reconstruir una versión alternativa de la historia.
Con el éxito literario ya asegurado, Arriaga confirma que El hombre será también su próximo proyecto cinematográfico como director, en un momento en el que el cine de Hollywood enfrenta presiones ideológicas y cambios profundos.
“Esta historia es también una respuesta a ese cine que ha olvidado las raíces de los conflictos actuales”, concluye Arriaga, con la firme intención de seguir narrando desde los márgenes y con mirada crítica.
