El seguimiento de la huelga fue desigual, pero las protestas numerosas en las diferentes ciudades del país
Desde temprano en la mañana del domingo y hasta bien entrada la noche, se sucedieron actos de protesta en Tel Aviv que exigían el regreso de todos los rehenes de Gaza, parones laborales en todos los sectores, concentraciones, disrupciones de tráfico y arrestos.
Los medios de prensa internacional reportaron que cientos de miles de personas dejaron de trabajar y se unieron a las protestas, como había pedido el Consejo de Octubre, que representa a algunos familiares de los rehenes que creen que la guerra contra Hamás en Gaza debe terminar, que los rehenes deben ser devueltos y que los dirigentes de Israel deben asumir la responsabilidad por no haber podido impedir la masacre de Hamás hace dos años.
El seguimiento de la huelga fue desigual, pero las protestas numerosas en las diferentes ciudades del país, carreteras de circunvalación, cruces y en la Plaza de los Secuestrados de Tel Aviv.

A media mañana, ministros del gabinete y miembros de la coalición del régimen atacaron a los organizadores y a los manifestantes declarando que sus actos alejan más aún el retorno de los rehenes, según aseguró Benjamín Netanyahu.
Sus comentarios coincidieron con los de varios ministros de su coalición, quienes también acusaron a los manifestantes y huelguistas de sembrar la división y fortalecer a Hamás.
En respuesta Yair Golan, líder del partio opositor Los Demócratas, escribió: “Durante 681 días, el pueblo de Israel se ha dado cuenta de que el régimen considera a Hamás un activo y a los rehenes una carga de la que quieren librarse”.

El líder de la oposición israelí, el centrista Yair Lapid, acusó al régimen de culpar “descaradamente” a los manifestantes de fortalecer a Hamás, escribiendo: “Nadie ha fortalecido a Hamás más que ustedes. Les transfirieron millones en efectivo, los empoderaron durante años, y los rehenes fueron tomados bajo su supervisión”.
El también centrista Benny Gantz quiso pronunciarse y afirmó que el hecho de atacar a las familias de rehenes mientras se es responsable del cautiverio de sus hijos «nos debilita y divide» y que apoyarlos «es lo que fortalece a Israel».
Mientras el alto mando militar discutió este domingo tres temas relacionados el uno con el otro: el redespliegue de las fuerzas regulares, la movilización de decenas de miles de reservistas y la evacuación de casi un millón de civiles del mayor centro urbano de la Franja de Gaza, todo ello mientras Hamás sigue manteniendo rehenes bajo tierra.

El número total de asesinados, según el ministerio, desde el comienzo de la guerra asciende a 61,944, incluyendo 10,400 fallecidos desde que Israel rompiera el alto el fuego en marzo.
Además, según las autoridades sanitarias de Gaza, siete personas más murieron de hambre en el enclave, entre ellas dos niños. En total, 258 palestinos han muerto de hambre en Gaza, incluyendo 110 niños, según la misma fuente.
