Las llamas arrasaron más de 382,000 hectáreas en lo que va de 2025 y las autoridades confirmaron que la ola de calor dejó 1,149 fallecidos
España atraviesa una de las peores emergencias ambientales de su historia reciente, con incendios forestales de gran magnitud, más de 382,000 hectáreas arrasadas, una ola de calor que dejó más de 1,100 muertos y miles de evacuados, además del cierre del Camino de Santiago, una de las rutas de peregrinación más emblemáticas del mundo, informó el diario argentino La Nación.
Se espera que las próximas horas traigan lluvia y un poco de alivio en suelo español, aunque las autoridades piden mantener la alerta.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, advirtió este martes que, pese a la leve mejoría meteorológica tras el fin de la ola de calor, la situación sigue siendo crítica.

“Quedan horas difíciles en la lucha contra las llamas. Pido a los medios de comunicación y a la ciudadanía que extremen las precauciones y que no nos confiemos”, señaló tras visitar el centro de mando de un operativo en Extremadura, región particularmente afectada por los incendios.
Pese a que las lluvias previstas y el aumento de la humedad ofrecen cierta esperanza, las autoridades insisten en que la crisis no terminó. Sánchez reiteró que la emergencia climática exige respuestas coordinadas y duraderas.
España enfrenta un verano que confirma las advertencias científicas sobre la vulnerabilidad de la península ibérica al cambio climático.
Los fuegos obligaron a evacuar a miles de vecinos, interrumpieron rutas y suspendieron tramos ferroviarios estratégicos, incluida la línea entre Madrid y Galicia. También se cerró de forma excepcional un tramo de 50 kilómetros del Camino de Santiago, medida sin precedentes en plena temporada alta que afecta tanto a la seguridad de los peregrinos como a la actividad económica de localidades que dependen de esa afluencia.
La emergencia se produce inmediatamente después de una ola de calor que se prolongó entre el 3 y el 18 de agosto y que dejó un saldo devastador: 1,149 muertes atribuibles al exceso de temperatura, según el Instituto de Salud Carlos III.

El sistema de Monitorización de la Mortalidad estima las muertes relacionadas con fenómenos extremos comparando la mortalidad observada con la esperada según series históricas y ajustando por los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Aunque no establece causalidad directa, las cifras reflejan el peso del calor extremo en la salud pública. Se trata de la segunda ola de calor del verano con consecuencias mortales: En julio ya se habían contabilizado unas 1,060 muertes adicionales. Con estos datos, el verano del 2025 se convierte en uno de los más letales para España desde que existen registros.
Durante 16 días consecutivos, las temperaturas superaron los 40 grados en gran parte del territorio. Eso redujo de manera drástica la humedad del aire, la vegetación y el suelo, y convirtió el entorno natural en un combustible perfecto para el fuego.
Uno de los efectos más visibles de la crisis ha sido el cierre de un tramo de 50 kilómetros del Camino de Santiago, entre las regiones de Castilla y León y Galicia. El corte afecta a miles de peregrinos que cada verano recorren la ruta, declarada “Patrimonio de la Humanidad” y pilar de la economía turística de la zona.
Las autoridades explicaron que la medida busca garantizar la seguridad de los caminantes y de los servicios de emergencia, ya que el fuego bloqueó accesos y generó humo denso en zonas boscosas. Hoteles y comercios de los pueblos del recorrido reportan pérdidas inmediatas por cancelaciones, en un verano que tradicionalmente concentra la mayor parte de su facturación anual.
