El reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense se unirá a los esfuerzos panameños en el 2026 para identificar a más de 220 personas muertas en la selva
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), con amplio prestigio internacional por su labor en casos como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en México, y la identificación de desaparecidos durante la dictadura argentina, se sumaría en el 2026 a una misión humanitaria en Panamá, de identificar los restos de al menos 220 migrantes fallecidos en la selva del Darién, informó el diario La Prensa.
El proyecto, aún en fase de aprobación legal, forma parte de un esfuerzo por cerrar una deuda histórica con las víctimas de una de las rutas migratorias más peligrosas del continente.
“Estamos en conversaciones con ellos. Es un proyecto interesante que podría iniciar en el 2026, una vez se cumplan los trámites legales y administrativos”, explicó José Vicente Pachar, director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá.
El plan contempla la construcción de un banco de datos genéticos que permita, a través de análisis de ADN y estudios con radioisótopos, determinar el probable país de origen de cada cuerpo hallado. Posteriormente, con el apoyo de organizaciones internacionales, se contactará a familiares en países como Ecuador, Perú o Venezuela para realizar comparaciones genéticas que confirmen la identidad de los restos y posibiliten su repatriación.
Aunque el financiamiento del proyecto está garantizado por cooperación internacional, se espera aún la aprobación formal del Ministerio Público y la firma de un acuerdo que otorgue legalidad al proceso. Para Panamá, el costo económico será nulo, pero el beneficio científico y humano, invaluable.
“Nos vamos a beneficiar de la experiencia de estas celebridades internacionales, lo que permitirá al país contribuir a resolver un problema humanitario muy delicado”, señaló Pachar.
Los más de 220 cuerpos sin identificar se encuentran enterrados en nichos humanitarios en El Real de Santa María, en tumbas anónimas en La Palma y en otros cementerios de la provincia del Darién y de Chiriquí.
Entre el 2014 y el 2025, se han registrado al menos 542 muertes de migrantes en la selva del Darién, de acuerdo con datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Solo en el 2024 se reportaron 174 fallecimientos, una cifra sin precedentes.
Las principales causas de muerte incluyen ahogamientos, ataques por parte de grupos criminales que operan en la zona, enfermedades vinculadas a las duras condiciones del terreno, accidentes y la falta de acceso a atención médica.
Entre el 2020 y el 2025, más de 1.2 millones de personas cruzaron el Tapón del Darién desde Colombia hacia Panamá, según cifras del Servicio Nacional de Migración, el pico se alcanzó en el 2023, con más de medio millón de migrantes. Sin embargo, en el 2025 el flujo se ha reducido drásticamente a solo 3 000 personas en lo que va del año, debido a nuevas políticas migratorias regionales.
Las nacionalidades más frecuentes entre los migrantes fueron venezolanos, ecuatorianos y haitianos, reflejo de las crisis sociales y económicas que azotan a estos países. También se registró una presencia significativa de colombianos y ciudadanos de origen asiático, especialmente chinos.