La directora de la División de Derechos de la Mujer de Human Rights Watch, alertó sobre una tendencia a restringir el acceso a educación sexual
Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres están siendo los primeros en ser recortados por gobiernos autoritarios en América Latina y otras regiones del mundo, alertó Macarena Sáez, directora ejecutiva de la División de Derechos de la Mujer de Human Rights Watch (HRW), informó la agencia EFE.
La abogada chilena advirtió que estas medidas forman parte de una estrategia más amplia para reducir los espacios de autonomía de las mujeres y mantenerlas bajo control.
“Lo que vemos primero es un ataque a los derechos sexuales y reproductivos. El acceso a la educación sexual inclusiva, a anticoncepción o al aborto no son asuntos aislados; están directamente vinculados a vivir una vida libre de violencia y con mayores oportunidades económicas y laborales”, explicó Sáez.
Señaló que estos retrocesos no son casos aislados ni exclusivos de América Latina, sino que responden a una tendencia global vinculada al crecimiento del autoritarismo.

“Históricamente, los regímenes autoritarios han limitado derechos, pero hoy hay una correlación mucho más clara entre el autoritarismo y las tendencias antiderechos de las mujeres”, afirmó Sáez.
Según la experta, gobiernos de Estados Unidos, Argentina y El Salvador han mostrado señales preocupantes.
En Estados Unidos, por ejemplo, las restricciones al aborto impulsadas desde la administración de Donald Trump, así como la censura de la educación sexual, marcan un precedente. En países latinoamericanos, dijo, se observa una reducción de presupuestos o eliminación de ministerios de la Mujer, lo que se traduce en regresiones encubiertas.
“Puedes mantener la estructura institucional, pero si vacías el presupuesto, el resultado es el mismo: retroceso en igualdad”, advirtió Sáez.
Para HRW, el control sobre los derechos reproductivos no es una acción aislada, sino parte de una lógica autoritaria más amplia que busca restaurar privilegios patriarcales ante los avances del movimiento de mujeres.
“A mayor aumento de los espacios de igualdad, mayor es también la reacción de regresión. Lo que estos regímenes están haciendo es defender un modelo de familia tradicional, patriarcal, con un liderazgo fuerte, generalmente masculino, donde las mujeres pierden autonomía”, explicó.
Sáez también denunció que estos gobiernos instrumentalizan conceptos como la protección a la familia o a la niñez para justificar la eliminación de derechos no solo a mujeres y personas LGTBI, sino que eventualmente a toda la ciudadanía.
Pese al avance de los autoritarismos, Sáez destacó el fortalecimiento de los movimientos de mujeres a nivel regional y global como un freno importante a estos retrocesos.
“Estamos más preparados, más conectados y organizados. Eso hace que los gobiernos autoritarios enfrenten mucha más resistencia y que el retroceso, aunque exista, ocurra más lentamente”, señaló.
