Aunque la iniciativa busca premiar a los buenos conductores con un 25% de descuento, expertos del sector alertan que provocará un aumento masivo en las primas
Un proyecto de ley que pretende ofrecer un descuento del 25% en la renovación del Seguro Obligatorio Básico de Accidentes de Tránsito (SOAT) a los conductores sin reclamaciones ha encendido la alarma entre expertos del sector asegurador, quienes advierten que la medida podría triplicar el costo del seguro, afectando a todos los usuarios, informó el diario Panamá América.
El proyecto de ley busca beneficiar al buen conductor al final del contrato, siempre que no haya sido responsable de ningún siniestro en el año, sin embargo, el especialista en seguros y fianzas Jorge Barreiro advirtió que la medida tendría el efecto contrario al esperado.
“Suena bonito para el pueblo, yo lo entiendo, parece que vamos a tener un beneficio, pero la consecuencia será al revés. Las primas van a subir, se van a triplicar”, declaró Barreiro.
Actualmente, el SOAT tiene un costo promedio de $125, según estimaciones actuariales citadas por Barreiro, la implementación de esta ley podría elevarlo hasta los $300, debido al desequilibrio financiero que generaría en las compañías aseguradoras.
Barreiro también alertó que muchas aseguradoras podrían optar por dejar de ofrecer el SOAT, ya que el margen de ganancia se reduciría drásticamente si se imponen descuentos obligatorios y plazos estrictos para atender reclamaciones, esto provocaría una disminución en la oferta, con el consiguiente aumento de precios para los consumidores.
Por su parte, el diputado panameñista Ricardo Vigil defendió su propuesta, señalando que el objetivo es empoderar a los buenos conductores, reconociendo su responsabilidad al volante con un beneficio tangible, el descuento no será acumulable y se perderá si el conductor resulta responsable de un siniestro con la misma aseguradora.
“Esta iniciativa busca que el asegurado sepa que, al final de la vigencia del contrato, contará con un beneficio que podrá utilizar en la misma empresa o disponer de su dinero con libertad”, afirmó Vigil.
La discusión ha escalado entre quienes ven la propuesta como una estrategia populista sin fundamento técnico y aquellos que la consideran una forma legítima de incentivar la conducción responsable.
Barreiro lamentó que los diputados hayan ignorado las advertencias de expertos del sector, y aseguró que las aseguradoras tomarán las medidas necesarias para proteger sus modelos de negocio, lo que podría incluir retirar beneficios adicionales que hoy se ofrecen sin costo adicional.
Con el debate aún abierto, el proyecto de ley deberá enfrentar próximas rondas de discusión, mientras la ciudadanía observa con preocupación la posibilidad de que una medida pensada para ahorrar dinero termine encareciendo un servicio esencial y obligatorio para millones de conductores.