Con 145 votos a favor y solo cinco en contra, la resolución permite que Mahmud Abás intervenga por videoconferencia tras el rechazo de visados a la delegación palestina
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó este viernes, por una abrumadora mayoría de 145 votos a favor y solo cinco en contra, una resolución que autoriza excepcionalmente a Palestina a participar por videoconferencia en la sesión del organismo, que inicia la próxima semana en Nueva York, informó la agencia EFE.
La decisión se produce luego de que Estados Unidos negara visados a la delegación palestina, en una controvertida medida que ha sido calificada por numerosos países como una violación a los acuerdos que rigen su papel como país anfitrión de la ONU.
La resolución también permitirá que el presidente palestino, Mahmud Abás, intervenga virtualmente tanto en el plenario de la Asamblea como en la conferencia de alto nivel sobre la solución de los dos Estados (Israel y Palestina), que se celebrará el próximo lunes.

Solo cinco países —Estados Unidos, Israel, Paraguay, Nauru y Palau— votaron en contra, mientras que otras naciones que suelen alinearse con Washington, como Hungría y Argentina, optaron por abstenerse o no asistir a la votación.
En su intervención, el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, agradeció a la mayoría de los Estados miembros por su postura clara como el agua, y calificó la negativa de visados como un abuso de autoridad que nunca debió suceder.
“Tenemos derecho a estar con todos ustedes, a que nuestros líderes compartan sus ideas de forma pacífica, diplomática, legal y civilizada”, expresó Mansour ante el plenario.

Desde Washington, el representante estadunidense justificó la decisión de negar los visados argumentando que la Autoridad Palestina promueve el terrorismo y no ha repudiado los atentados.
Varios países, incluidos China, Rusia e Irán, tomaron la palabra para respaldar la participación palestina y recordaron a Estados Unidos su obligación legal de otorgar visados a todas las delegaciones que asisten a la ONU, sin importar su afiliación política o ideológica.
Esa misma postura fue respaldada por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha reiterado que el tratado entre la ONU y Estados Unidos impone la obligación de facilitar el acceso de todas las delegaciones al territorio estadunidense.
