Expertos advierten sobre la importancia de la prevención y el control de factores de riesgo como la hipertensión y el tabaquismo
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) se mantienen como la principal causa de muerte a nivel global, cobrando la vida de 19.8 millones de personas anualmente, un tercio de estas muertes ocurre en individuos menores de 70 años, informó David Rodríguez, cardiólogo y Gerente médico de Adium.
En la Región de las Américas, que incluye a América Latina y el Caribe, el Estudio de Carga Global de Enfermedades (GBD) estimó que en el 2021, 4.4 millones de personas se vieron afectadas por alguna ECV, resultando en más de 2 millones de muertes.
Panamá no es la excepción a esta tendencia global, las ECV son responsables del 30% de todas las muertes registradas en el país, superando a otras causas como el cáncer y las enfermedades infecciosas.

Ante este panorama, autoridades y expertos han identificado como una prioridad urgente la creación de conciencia en la población sobre la importancia de mejorar los hábitos de alimentación y reducir factores de riesgo como la obesidad, el sobrepeso y la hipertensión.
Desde el 2018, Panamá ha estado implementando la iniciativa HEARTS, cuyo objetivo es abordar desde la atención primaria los factores determinantes para el control de la hipertensión y el riesgo cardiovascular.
Rodríguez enfatizó la importancia de la prevención. “La prevención sigue siendo lo más importante para disminuir los riesgos de estas enfermedades.
Hay que prestar atención a señales como dolor torácico, presión en el pecho, entumecimiento en piernas y/o brazos, falta de aliento, mareos, vértigos, desmayos, debilidad o fatiga, fiebre, tos seca o persistente; y asistir a consulta médica para detectar qué tiene y recibir tratamiento de manera oportuna”, señaló Rodríguez.

Entre los factores de riesgo y cómo controlarlos están:
1- Hipertensión arterial: Es uno de los principales factores de riesgo. Afecta aproximadamente al 35% de la población de 30 a 70 años en las Américas, y muchas personas no saben que la padecen debido a la ausencia de síntomas. Controlarla es vital, y se puede lograr reduciendo el consumo de sal y tabaco.
2- Colesterol Elevado (dislipemia): Conocido como un “enemigo silencioso”, daña las arterias y aumenta el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular. Para prevenirlo, se recomienda consumir vegetales y grasas saludables, evitar las grasas saturadas, realizar actividad física diaria y dejar de fumar. Los controles de laboratorio periódicos también son cruciales.
3- Tabaquismo: El humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, y el monóxido de carbono (CO) y la nicotina están directamente relacionadas con complicaciones circulatorias. Dejar de fumar es una de las medidas más efectivas para reducir el riesgo cardiovascular.
4- Obesidad y sobrepeso: Se estima que la mitad del riesgo de ECV asociado a la obesidad está relacionado con sus efectos sobre la presión arterial, el colesterol y la glucosa. Mantener un peso saludable es clave para prevenir estas enfermedades.
5- Inactividad física: Las personas con actividad física insuficiente tienen un mayor riesgo de ECV. Se recomienda realizar al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada al día para mantener un corazón sano.
