El presidente estadunidense denuncia una conspiración durante su visita a la Asamblea General, mientras recrudece sus críticas a la organización
Lo que comenzó como un incidente menor -la avería de una escalera mecánica en la sede de Naciones Unidas- se ha convertido en el más reciente combustible en la ofensiva del presidente Donald Trump contra la ONU, informó la agencia EFE.
El suceso, ocurrido cuando Trump y su esposa Melania ascendían al recinto donde el mandatario iba a intervenir ante la Asamblea General, ha sido calificado por el propio presidente como parte de un triple sabotaje.
A través de su red social Truth Social, Trump no tardó en reaccionar. “No fue una coincidencia, sino un triple sabotaje en la ONU. Deberían estar avergonzados de sí mismos. Estoy mandando una carta al secretario general y le exijo una investigación inmediata”, escribió.

El mandatario se refirió también a fallos con el teleprompter durante los primeros minutos de su discurso y a problemas con el audio en la sala, algunos de los cuales ya se habían reportado el día anterior.
Para Trump, todos estos problemas fueron parte de un mismo patrón de interferencia. “No uno, no dos, ¡sino hasta tres acontecimientos siniestros!”, agregó, ironizando sobre la capacidad de la ONU para cumplir su papel en el mundo.
El tono de Trump no se limitó a sus publicaciones, desde el podio de la Asamblea General, lanzó una batería de críticas a la organización, su ineficacia en la gestión de conflictos, la crisis climática, la migración y su estructura operativa.
Todo ello, aderezado con sarcasmos y referencias al incidente con la escalera, mientras algunos delegados se mostraban visiblemente incómodos y otros reían las bromas.
Durante su segundo mandato, Trump ha tomado distancia de la ONU, retiró a Estados Unidos de los Acuerdos de París, de la OMS, de la UNESCO, y redujo drásticamente los fondos destinados a cooperación internacional, también ha marginado a la organización en negociaciones clave sobre conflictos armados.
La tensa relación entre Trump y el secretario general António Guterres quedó en evidencia, no habían hablado en los diez meses previos, ni tras la victoria electoral del republicano ni después de su asunción en enero.
Por eso, su primer cara a cara en el “piso noble” de la ONU generó gran expectación. Trump, más tarde, ofreció una versión conciliadora del encuentro.
Nuestro país apoya a Naciones Unidas al 100%. Puede que a veces esté en desacuerdo, pero la apoyo totalmente”.
Sin embargo, sus palabras contrastan con la dureza mostrada horas antes. Desde el entorno del secretario general, la versión fue más reservada, dejando entrever que el supuesto apoyo expresado por Trump podría ser más sarcasmo que sinceridad.
