Un proyecto de fortalecimiento en el acceso a los servicios de salud para la población de las comunidades Emberá-Wounaan
La campaña Mi salud, mi cuerpo, mi derecho, lanzada este lunes en Panamá busca crear conciencia en las mujeres indígenas sobre su derecho a la salud dentro de comunidades profundamente patriarcales en las que carecen de voz, informándoles sobre aspectos como la planificación familiar, la higiene menstrual o el derecho a recibir atención sanitaria, recoge la agencia EFE.
Esa campaña, lanzada por la organización HIAS con el apoyo de la Cooperación Española, está enmarcada en un proyecto de fortalecimiento en el acceso a los servicios de salud para la población de las comunidades Emberá-Wounaan, en la que se trata de “concientizar, por un lado, pero por otro lado llevar toda la información necesaria, sobre todo a las mujeres y a las adolescentes, para que ellas conozcan cómo acceder a estos derechos”.
“Los derechos a tener una planificación familiar, derecho a tener atención en salud, incluida salud mental, información sobre higiene menstrual, pero también es importante porque es información dirigida a los hombres. Son estructuras que están comúnmente lideradas por hombres todavía, entonces hay un estigma cuando se habla de salud sexual y reproductiva”, explicó el director país de HIAS en Panamá, Oliver Bush.

Además, añade, son comunidades indígenas muy remotas, situadas próximas a la selva del Darién cerca de la frontera con Colombia, por lo que la campaña busca también informar, en coordinación con las autoridades locales, sobre cómo acceder a esos servicios de salud, tratando de que, con el fortalecimiento de las instituciones, “permanezca en el tiempo”.
Una opinión que comparte Itziar González, coordinadora general de la Cooperación Española en Panamá.
Así, lo que se busca es que “de una manera culturalmente respetuosa con las comunidades y de una manera que involucre a las autoridades nacionales, trabajar en conjunto para tratar de mejorar el acceso a la salud y a la salud sexual y reproductiva de esas comunidades”, detalló González.

En el evento de lanzamiento de la campaña, celebrado en el centro cultural español en la capital panameña, participaron varias mujeres indígenas beneficiarias del programa.
La nocó o líder tradicional de Bajo Chiquito, Esmeralda Dumasá, fue rotunda al explicar que esa situación debe terminar, incluidos los peores casos de abuso sexual dentro de la familia, en los que aprender a denunciar y el apoyo psicológico son necesarios.
“Somos violadas, callamos por vergüenza, pero ahora hemos aprendido que tenemos un apoyo en HIAS y queremos decir que necesitamos ese espacio de psicólogo. Unas violaciones que ocurrían por parte de nuestros mismos familiares. Eso hacía que nosotros nos suicidáramos”, aseguró Dumasá.
Y es que “hay muchas voces que clamaban silenciosamente y hoy somos vivo ejemplo que estamos aquí diciendo que ya el maltrato no puede existir, la violencia no puede existir y que somos mujeres empoderadas”, sentenció.
