Denuncian condiciones precarias, negligencias médicas y uso excesivo de la fuerza en centros de detención durante la actual ofensiva migratoria
Un total de 20 inmigrantes han muerto bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) durante el año fiscal 2025, que concluyó en medio de acusaciones de negligencia médica y malas condiciones de detención, así como un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump, informó la agencia EFE.
La cifra representa la más alta desde el 2020, cuando en plena pandemia de COVID-19 se registraron 21 muertes, supera ampliamente los 12 fallecimientos reportados en el 2024, y marca un alarmante repunte tras varios años con cifras
significativamente más bajas (cinco en el 2021, tres en el 2022 y cuatro en el 2023).
Los casos más recientes corresponden a Miguel Ángel García, mexicano de 32 años, y Norlan Guzmán, salvadoreño de 37, quienes murieron tras un tiroteo ocurrido en las instalaciones de ICE en Dallas, Texas. Guzmán murió el mismo día del ataque, mientras se encontraba esposado y encadenado, y García falleció posteriormente por las heridas recibidas.

Un tercer inmigrante venezolano permanece en estado crítico, tras resultar herido durante el mismo ataque, lo que podría aumentar la cifra final de fallecimientos del año fiscal.
Seis de los fallecidos este año eran mexicanos, incluyendo a García e Ismael Ayala, un caso que ha desatado fuerte indignación pública. Ayala, de 39 años, murió el 22 de septiembre en el centro de detención de Adelanto, California, en circunstancias que su familia y abogados califican de negligencia médica, su arresto ocurrió durante una redada en un lavadero de autos en Los Ángeles.
Ayala llegó a Estados Unidos cuando era niño y estuvo protegido por el programa DACA, antes de ser detenido, el ICE informó que fue trasladado a un hospital por un absceso un día antes de su muerte, pero fue hallado inconsciente en su cama pocas horas después.
Los senadores demócratas Raphael Warnock y Jon Ossoff, de Georgia, enviaron una carta al Departamento de Seguridad Nacional y a la dirección de ICE exigiendo explicaciones e información sobre las medidas que se están tomando para evitar más muertes en custodia.
“Expresamos nuestra profunda alarma por este aumento de muertes. Es inaceptable”, escribieron en su misiva dirigida a Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, y a Todd Lyons, director de ICE.

Dos de las muertes de ciudadanos mexicanos ocurrieron en centros de detención en Georgia, donde las condiciones han sido reiteradamente denunciadas por organizaciones de derechos humanos.
Además de los seis mexicanos fallecidos, la lista incluye inmigrantes de Vietnam, Honduras, Cuba, Haití, India, Guyana, Etiopía, Ucrania, Colombia, Canadá y China.
Uno de los casos que generó gran controversia fue el del cubano Isidro Pérez, de 75 años, quien vivió casi seis décadas en Estados Unidos antes de ser detenido, lo que provocó protestas en Florida.
Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, ICE ha sido objeto de críticas por reactivar centros de detención clausurados o reducidos durante administraciones anteriores, como el de Adelanto, que operaba con apenas cinco detenidos por orden judicial, y hoy se encuentra plenamente operativo.
Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes insisten en que las detenciones por ofensas civiles, como violaciones a leyes migratorias, no deben conllevar condiciones de reclusión peligrosas o inhumanas.
“Estamos viendo una política migratoria donde la vida de los detenidos parece tener poco valor”, denunció el abogado Jesús Arias, quien representa a la familia de Ayala. Con esta cifra de 20 muertes en un solo año fiscal, defensores de derechos humanos y legisladores advierten que el sistema de detención migratoria estadounidense se encuentra en crisis.
