El 90% de la capital está controlada por pandillas, millones enfrentan inseguridad alimentaria y el acceso humanitario es cada vez más limitado
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas lanzó una alerta urgente sobre la crítica situación humanitaria en Haití, donde la escalada de violencia, el control casi total de la capital por parte de pandillas y la falta de financiación internacional están llevando a millones al borde de la hambruna, informó la agencia EFE.
En un comunicado, el organismo anunció que Haití es actualmente el único país del continente americano que enfrenta niveles catastróficos de hambre (Fase 5 del IPC), equiparables a una hambruna, más de 5,7 millones de haitianos se encuentran en situación grave de inseguridad alimentaria, y la situación sigue deteriorándose.
“La crisis alimentaria de Haití es una de las más complejas y profundas del mundo. La violencia se ha extendido por todos los rincones de la capital, sin dejar ningún barrio a salvo”, advirtió Wanja Kaaria, directora nacional del PMA en Haití.
La agencia de la ONU se ha visto obligada a recortar raciones y suspender programas debido a la escasez de fondos, lo que agrava aún más la situación de las familias afectadas, desde enero, el PMA ha asistido a más de 2 millones de personas, pero necesita $139 millones para continuar con su labor humanitaria en los próximos 12 meses.
“El acceso humanitario está restringido y la falta de financiación amenaza no solo vidas, sino también la estabilidad social del país. La ayuda alimentaria no solo salva vidas, también previene desplazamientos forzados y el colapso de comunidades enteras”, subrayó Kaaria.
Actualmente, 1,3 millones de personas han sido desplazadas en busca de alimento y refugio, muchos se hacinan en escuelas y edificios públicos sin acceso a servicios básicos ni medios para generar ingresos, más de la mitad de los desplazados son niños, lo que ha disparado las tasas de malnutrición infantil en las zonas más afectadas.
El PMA saludó la reciente aprobación por parte del Consejo de Seguridad de la ONU del despliegue de una Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF), pero insistió en que los esfuerzos de seguridad deben ir acompañados de inversiones humanitarias y de desarrollo para evitar una mayor desintegración social y una posible crisis regional.
Pese al contexto extremadamente volátil, el PMA continúa trabajando con el gobierno haitiano para ofrecer comidas escolares a más de 600,000 estudiantes, en un intento por garantizar un mínimo acceso a la alimentación y la educación.