Hábitos financieros responsables reducen el estrés, fortalecen el historial crediticio y promueven una mayor sensación de control en la vida diaria
Tener buenos hábitos financieros no solo impacta positivamente el bolsillo, sino también la salud mental, organizar los gastos, planificar con anticipación y cumplir con las obligaciones crediticias son prácticas que, según expertos, generan tranquilidad, claridad para tomar decisiones y una mayor sensación de control sobre la vida financiera, así lo informó Natalia Tovar, Vicepresidente de Recursos Humanos de Experian.
Este vínculo entre finanzas y bienestar emocional cobra especial relevancia en Panamá, donde más del 90% de los adultos tiene al menos un producto crediticio formal, esto significa que millones de personas toman decisiones económicas a diario, y que contar con información clara y hábitos responsables puede marcar una diferencia significativa en su bienestar integral.
Una cifra alentadora refuerza esta conexión, ya que el 91% de la información registrada en APC Experian es positiva, lo que indica que la mayoría de los panameños están cumpliendo con sus compromisos financieros. Este comportamiento refleja responsabilidad, estabilidad emocional y una actitud proactiva frente al cuidado de la salud económica.
“Las finanzas personales no se pueden desligar del bienestar emocional. Cuando las personas entienden su información financiera y tienen acceso a herramientas claras, encuentran tranquilidad y confianza para tomar decisiones que fortalecen tanto su salud económica como su calidad de vida”, afirma Natalia Tovar, Vicepresidente de Recursos Humanos de Experian.
Esta relación también se refleja en el comportamiento de los usuarios, solo en el 2025, la plataforma Selia —especializada en bienestar emocional— ha atendido más de 10,000 consultas relacionadas con temas financieros.
Esto evidencia un creciente interés por entender cómo las decisiones económicas afectan el estado emocional y cómo mejorar esa relación para avanzar con mayor seguridad hacia metas personales.
Evitar el sobreendeudamiento, pagar a tiempo y conocer la capacidad de pago son prácticas fundamentales para transformar el crédito en un aliado, y no en una fuente de preocupación.
Elaborar un presupuesto, revisar el historial crediticio con frecuencia y planificar a largo plazo son pasos clave para mantener una vida financiera equilibrada.
Desde Selia, destacan que la salud mental y la estabilidad económica están profundamente conectadas. “Cuando una se desequilibra, la otra también puede verse afectada, por eso, cuidar ambas es una forma de autocuidado integral”, señalan desde la plataforma.
En conclusión, fomentar una cultura de educación financiera y bienestar emocional no solo contribuye al desarrollo individual, sino también a la estabilidad social, entender, planificar y actuar con responsabilidad es hoy más importante que nunca.