Concolón, miércoles 15 de octubre del 2025

Dicen que el panameñismo está paralizado, y no lo dice cualquier voz: Lo dice Mireya, la única mujer que ha ocupado la Presidencia de la República y, además, figura emblemática del partido. La exmandataria no se guardó nada y soltó su diagnóstico. El partido está en su peor momento, sin brújula y sin liderazgo, y lo atribuye directamente a la gestión fallida de Blandón, que –según ella- ha dejado al panameñismo con el ánimo por el suelo. Las elecciones internas podrían ser la última oportunidad para sacudir al panameñismo y rescatar sus principios fundacionales, esos que alguna vez lo hicieron un actor clave en la política nacional. Mireya pide caras nuevas, pero con amor genuino por el partido, no aspiraciones personales disfrazadas.

Dicen que Panamá será la sede de la Cuarta Copa América del Queso en el 2026, y ya más de uno anda sacando la tabla de cortar y afilando el cuchillo, no para pelear, sino para degustar. El anuncio llegó con aroma andino desde Huánuco, Perú, lo que no da un nuevo elemento de proyección, junto al Canal, el café Geisha y nuestros ídolos nacionales de proyección mundial. El próximo año seremos epicentro del queso continental. Este no es un evento cualquiera, aquí se mezclan tradición, tecnología y mucha pasión por los lácteos. Productores locales ya están soñando con medallas doradas, y no faltará el que quiera convertir el evento en una excusa perfecta para una feria, un festival o hasta una semana temática con empanadas, bollos y vino artesanal. Todas las opciones están sobre la mesa.

Dicen que, en los primeros ocho meses del año, el país registró su mejor desempeño exportador en más de una década, con $671 millones en bienes enviados al mundo. Un récord que no viene por aire ni por tierra, sino desde el agua porque el camarón congelado le robó la corona al histórico rey del banano. El camarón ahora es el nuevo mimado del agro panameño, representando casi el 12% del total exportado, mientras el banano, golpeado por la prolongada huelga y la salida temporal de Chiquita, cayó al segundo lugar. Lo que antes se cosechaba, ahora se pesca y se congela con rumbo a mercados exigentes. La tarea por delante, no es solamente congelar camarón, sino descongelar muchas oportunidades para el campo y la industria.

Dicen que Panamá se convirtió esta semana en el cuartel general de la Inteligencia regional, al inaugurar la reunión de alto nivel de Coicepem, comunidad donde Centroamérica, el Caribe, México y España se sientan en la misma mesa, a hablar de riesgos, amenazas y cooperación. Aseguran que ya no basta con patrullar calles o cruzar bases de datos, la batalla -como bien lo dijo Orillac, el de la Presidencia- supera los delitos tradicionales. El crimen organizado se mueve con tecnología, financiamiento internacional y redes complejas. Eso hace que la Inteligencia, no sea un lujo, sino una necesidad. Ese tipo de encuentros no solo refuerzan la seguridad colectiva, elevan el valor de la confianza entre países. Panamá, al ser sede, deja claro que quiere estar al frente, no solo con el Canal abierto, sino también con los ojos bien abiertos.

Dicen que la detección de un caso de fiebre amarilla en Costa Rica ha encendido las alarmas en nuestro país y redoblado la vigilancia en los puntos de entrada, tanto terrestres como puertos y aeropuertos, pese a que desde 1974 no se detectan casos de esa enfermedad. El Vacunarse, es la recomendación del Minsa y va para todas las personas que viven en regiones de riesgo como Panamá Este, la comarca Guna Yala, Colón y Darién.

Dice la Cepal que nuestro país crecerá un 4,2% este año y un 4,6% en el 2026, teniendo como motores los sectores logísticos, transporte –principalmente el Canal- y servicios financieros. Esas cifras contrastan con las del Banco Mundial que proyectó un crecimiento del 3,9% este año y un 4,1% para el 2026. Para la Cepal, Panamá está en un momento clave de su desarrollo económico y debe aprovechar su ubicación estratégica y su conectividad para transformarse en un hub regional de innovación y transferencia tecnológica, siguiendo los ejemplos de Costa Rica y Uruguay.

Dicen que luego de dos años de campaña de exterminio de su población y destrucción total de la Franja de Gaza, hasta hacerle invivible, se necesitarán $70,000 millones para su reconstrucción, de los cuales $20,000 deben invertirse en los próximos tres años para hacer parcialmente viable la vida de los palestinos en su territorio ancestral. Primero deben removerse unos 55 millones de toneladas de escombros generados por la sistemática destrucción de la infraestructura de todo tipo como parte del plan trazado por el régimen de Israel para extinguir a los palestinos. No solo asesinaron y dejaron heridos y mutilados a cerca de 300,000 palestinos –más del 10% de la población-, sino que el bombardeo indiscriminado –con asistencia militar de USA por $25,000 millones- ha dejado inhabitable lo que fue la Franja de Gaza.   USA e Israel, responsables de semejante destrucción, deberían pagar la reconstrucción.