Los cancilleres de ambos países abordaron barreras en sectores sensibles como la agricultura y los vehículos eléctricos, y exploraron posibles áreas de cooperación
En un intento por recomponer los lazos económicos y diplomáticos, los ministros de Exteriores de Canadá y China, Anita Anand y Wang Yi, sostuvieron una reunión en Pekín centrada en las barreras comerciales que afectan el intercambio bilateral, especialmente en los sectores de agricultura y vehículos eléctricos, informó la agencia EFE.
Según un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense, ambos cancilleres discutieron temas sensibles para ambos países, incluyendo productos agroalimentarios como la colza, así como los sectores pesquero, cárnico y el comercio de vehículos eléctricos (VE).
El encuentro marca un nuevo paso en la estrategia del primer ministro Mark Carney, quien ha hecho de la redefinición de las relaciones con China e India una prioridad, tras años de fricciones heredadas del gobierno de su predecesor, Justin Trudeau.
La visita de Anand a China se da en un contexto marcado por aranceles cruzados. En octubre del 2024, Canadá impuso gravámenes del 100% a los VE chinos, en sintonía con la política comercial de Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump a la presidencia, en represalia, Pekín aplicó restricciones a las exportaciones agrícolas canadienses, afectando productos clave como el aceite de colza.
Carney señaló que su gobierno está reiniciando un amplio compromiso con China, y reveló que el embajador chino en Ottawa ha propuesto eliminar los aranceles a la colza canadiense si Canadá hace lo propio con los vehículos eléctricos provenientes de China.
Más allá de las tensiones comerciales, Anand y Wang Yi también identificaron ámbitos clave para una cooperación constructiva, especialmente en temas como medioambiente, energía y salud.
El gobierno canadiense subrayó que ambas partes coincidieron en que una comunicación regular y franca es esencial para generar confianza, reforzar la cooperación y abordar las preocupaciones de ambas partes.
Este nuevo canal de diálogo sugiere una voluntad mutua de rebajar tensiones y buscar soluciones negociadas, en un momento en que el comercio internacional está cada vez más marcado por rivalidades geopolíticas, proteccionismo y realineamientos estratégicos.