A sus 79 años, la pionera genetista seguirá investigando el origen genético de enfermedades mentales como la esquizofrenia
La genetista estadunidense Mary-Claire King, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025, ha afirmado que no piensa en la jubilación mientras conserve la lucidez mental, informó la agencia EFE.
A punto de cumplir 80 años, King mantiene su pasión por la ciencia, ahora centrada en desentrañar el origen genético de enfermedades mentales graves como la esquizofrenia.
Reconocida por sus contribuciones pioneras en genética del cáncer, evolución humana y derechos humanos, King se encuentra en Oviedo para participar en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que tendrá lugar este viernes con la presencia de los reyes de España y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Durante un encuentro con la prensa, King explicó que trabaja junto a su equipo en el desarrollo de una librería genética global, con datos de pacientes de todo el mundo, para comprender cómo determinadas mutaciones afectan el desarrollo neuronal durante la gestación y pueden derivar, años más tarde, en enfermedades mentales como la esquizofrenia.
“No espero resultados antes de veinte años, pero quizás esté siendo demasiado conservadora”, dijo la científica, consciente de que el cerebro es un órgano complejo pero esperanzada por el rápido avance de la tecnología genética.
King, descubridora del gen BRCA1 -clave en la detección de riesgos hereditarios de cáncer de mama y ovarios-, subrayó que también tardaron dos décadas desde su hallazgo hasta los primeros tratamientos eficaces, ahora, con mejores herramientas, podría repetirse ese plazo para las enfermedades mentales.
Además de su legado científico, King fue una figura clave en la identificación de niños desaparecidos durante la dictadura argentina gracias a su desarrollo del “índice de abuelidad”, aplicando el análisis del ADN mitocondrial a la defensa de los derechos humanos.
Graduada en matemáticas y doctorada en genética y epidemiología, King ha desafiado paradigmas científicos desde los años 70. “Todos mis proyectos son expresión del poder de la genética, del conocimiento crítico y del trabajo en equipo”, aseguró, sin querer elegir entre sus logros en medicina o en justicia social.
King también criticó el impacto negativo que han tenido las políticas de Donald Trump en la ciencia y la universidad estadunidenses, aunque confía en que se recupere cierta estabilidad en los próximos meses.
“Un experimento siempre será un buen experimento, independientemente del género, la cultura o cualquier otra diferencia”, concluyó esta incansable científica que, a sus casi 80 años, sigue mirando hacia el futuro con la misma pasión con la que comenzó.
