Desde la ciudad de Colón hasta Italia, la joven cocinera combina ciencia, historia y raíces caribeñas en su plato insignia “La Malquerida”
Con una escala de cuatro horas en París y la ilusión intacta, la chef colonense Gabriela Sarmiento llegó a Milán para convertirse en la primera panameña -y la única latinoamericana- en competir en la gran final del S.Pellegrino Young Chef Academy 2025, que se celebra en Italia.
El certamen, considerado uno de los más importantes del mundo culinario, reúne a los jóvenes talentos más prometedores de los cinco continentes.
Para llegar a esta instancia, Gabriela tuvo que superar un riguroso proceso de selección que inició con una postulación teórica y continuó con varias fases prácticas frente a más de 700 chefs de la región latinoamericana. Su triunfo en la final regional en Lima le aseguró el boleto al escenario mundial.
El reto de Sarmiento será presentar su creación “La Malquerida”, un plato que -según relata- ha venido imaginando y perfeccionando desde su infancia en Colón, y en el que combina la alquimia del Caribe con técnicas de vanguardia.
Durante meses, la chef ha trabajado en una técnica pionera de deshuese, que define la estructura de su propuesta culinaria, y ha ensayado su ejecución cientos de veces antes del día decisivo.
Entre los retos que enfrenta en Italia está la disponibilidad de ingredientes autóctonos panameños, especialmente el ñame, esencial para su receta.
“Hemos coordinado con conocidos en Milán por el tema del ñame, porque es uno de los elementos principales”, explicó Sarmiento. “En Panamá tenemos ñame de temporada recién cosechado, así que planifiqué días de práctica en Milán para ajustar texturas, tiempos de cocción y sabor”.
Otro desafío es el uso del culantro, que lleva desde Panamá pero cuya utilización dependerá del reglamento del certamen. “Si no puedo usarlo, existe el ‘sacha culantro’, que tiene el aroma, aunque no la potencia del nuestro”, detalló.
Con determinación y orgullo, Gabriela Sarmiento se prepara para representar no solo a Panamá, sino a toda Latinoamérica en una competencia donde el talento, la técnica y la identidad cultural se sirven en el mismo plato.