Especialistas alertan sobre el aumento de casos en adultos de 50 a 60 años y destacan la prevención como clave para reducir muertes
En Panamá, el accidente cerebrovascular se ha convertido en la segunda causa de muerte, con un promedio de 1,700 fallecidos cada año, advirtieron especialistas en el marco del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, informó TVN Noticias.
Según la doctora Lizeth Pinilla, neuróloga e internista del Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos, este padecimiento, que antes afectaba principalmente a adultos mayores, ha registrado un incremento preocupante entre personas de 50 a 60 años, en plena edad laboral.
“La enfermedad está cada vez más presente en adultos jóvenes en etapa productiva, y no solo provoca muertes, sino también altos niveles de discapacidad”, explicó la especialista, señalando que uno de cada cuatro panameños tiene riesgo de padecerla.

Los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando un vaso sanguíneo del cerebro se obstruye o se rompe, provocando infarto o hemorragia cerebral.
Pinilla indicó que en el 90% de los casos, la enfermedad está asociada a factores de riesgo modificables, como hipertensión, diabetes, tabaquismo, consumo de alcohol, sedentarismo y mala alimentación.
La neuróloga insistió en que la prevención es clave e instó a la población a realizar chequeos médicos periódicos y mantener hábitos saludables, como una dieta balanceada y al menos 150 minutos de actividad física semanal.

También destacó los principales síntomas de alerta, que incluyen debilidad en brazos o piernas, asimetría facial, dificultad para hablar, pérdida de equilibrio y alteraciones visuales, ante estas señales, recomendó acudir de inmediato a un hospital, ya que el tiempo de tratamiento ideal es de 4.5 horas desde el inicio del cuadro; de lo contrario, el daño puede ser irreversible.
Pinilla lamentó que muchas personas ignoren estas señales y recurran a la automedicación, lo que agrava el cuadro clínico.
Además, señaló que el estrés sostenido puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, especialmente en pacientes con hipertensión o diabetes, al deteriorar el sistema cardiovascular y actuar como detonante en situaciones de “gran ira”.

En cuanto a la rehabilitación, la especialista indicó que muchos sobrevivientes requieren atención prolongada para recuperar funciones básicas, aunque reconoció que no todos los centros de salud del país cuentan con los recursos adecuados.
Para atender esta necesidad, el Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos trabaja en la creación de una Clínica de Enfermedad Cerebrovascular Ambulatoria en el sector de 24 de Diciembre, que se espera inaugurar antes de finalizar el año. La clínica ofrecerá atención integral con fisioterapeutas, psicólogos, fonoaudiólogos y nutricionistas, buscando mejorar la calidad de vida de quienes sobreviven a un evento cerebrovascular.
