El país rinde homenaje a quienes partieron, con actos religiosos y visitas a los cementerios
Este domingo Panamá conmemora el Día de los Difuntos, una fecha dedicada al recuerdo y homenaje de quienes ya no están, por lo que, en todo el país y desde tempranas horas, cientos de familias acuden a los cementerios para visitar las tumbas de sus seres queridos, llevar flores, encender velas y elevar oraciones en su memoria.
A diferencia de otras celebraciones del mes de noviembre, esta jornada se caracteriza por su tono solemne y de respeto, por lo que, por disposición oficial en los principales distritos del país, con excepción del de Panamá, se prohíbe la venta y consumo de bebidas alcohólicas.
También se mantiene restringida la realización de eventos festivos, en honor al recogimiento que representa la fecha.
La alcaldía capitalina informó que, igual que el año pasado, permitirá la venta y el consumo de licor este 2 de noviembre, aunque sí mantendrá la suspensión de actividades bailables y de ruido entre las 6:00 a.m. y las 6:00 p.m. para respetar la fecha.
“Por respeto y con el fin de crear un ambiente de reflexión”, alcaldías como la de San Miguelito, sí se acogieron a la ley seca y ordenaron el cierre de todos los establecimientos dedicados al expendio de bebidas alcohólicas, suspendiendo las actividades bailables, el uso de discotecas, unidades móviles y equipos de sonido.
Las emisoras de radio y los canales de televisión ajustan igualmente su programación para emitir música y contenido acordes a la fecha.
El Día de los Difuntos antecede al inicio de las fiestas patrias y busca mantener viva la tradición de rendir tributo a los antepasados. En distintas provincias, parroquias y comunidades organizan misas y actos litúrgicos en honor a los fallecidos, mientras autoridades locales participan en ceremonias en cementerios municipales para colocar ofrendas florales en nombre del pueblo panameño.
Más allá de una tradición religiosa, esta fecha se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre la vida, la memoria y los lazos familiares que perduran más allá del tiempo. Cada flor colocada y cada oración pronunciada simbolizan el amor y el respeto que los panameños sienten por quienes dejaron huella en sus vidas.