El encuentro reunirá a delegaciones de 143 países y buscará sentar las bases políticas para la conferencia climática de la ONU
El gobierno de Brasil anunció que 57 jefes de Estado y de gobierno han confirmado su participación en la cumbre de líderes que se celebrará los próximos 6 y 7 de noviembre en la ciudad amazónica de Belém, en vísperas del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), informó la agencia EFE.
La reunión, organizada como antesala de la cumbre climática que comenzará oficialmente el 10 de noviembre, contará con la presencia de delegaciones de 143 países, de las cuales más de un tercio estarán encabezadas por sus respectivos mandatarios, según informó en rueda de prensa el embajador Mauricio Lyrio, secretario de Clima del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
Lyrio evitó divulgar los nombres de los líderes asistentes por razones de seguridad, aunque aclaró que Estados Unidos y Argentina no han confirmado su participación. Ambos gobiernos, recordó, mantienen posiciones escépticas respecto al consenso científico sobre el cambio climático.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, destacó que la cumbre busca definir los términos de referencia que orientarán el trabajo de las delegaciones nacionales durante las negociaciones de la COP30.
“Esperamos que los líderes manden un mensaje claro sobre las causas del cambio climático y respalden una transición energética gradual y justa de los combustibles fósiles hacia las fuentes renovables, así como el fin de la deforestación”, señaló Silva.
La ministra subrayó además la urgencia de mayores recursos financieros para la adaptación climática y el desarrollo de indicadores de seguimiento, advirtiendo que las cosas no suceden por pensamiento mágico, sino con inversión y planeación.
Pese a los problemas de alojamiento en Belém, sobre los que se han quejado algunas delegaciones, el embajador Lyrio confirmó que ya hay 170 países registrados para la COP30, cifra que supera el quórum necesario para la toma de decisiones.
La cumbre de líderes de Belém marcará el inicio de un mes decisivo para la política climática internacional, con Brasil buscando consolidar su papel como anfitrión y mediador clave en la lucha global contra el cambio climático.
