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Mujeres panameñas protegen los manglares con miel

Mujeres panameñas protegen los manglares con miel
Fotografía de archivo del 29 de octubre de 2025 que muestra a una integrante de la Asociación de Mujeres Amantes del Manglar (Amuram) preparando un ahumador para inspeccionar paneles de abejas, en el corregimiento París (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

En el pequeño pueblo de París, en la Bahía de Parita, ocho mujeres impulsan un proyecto de apicultura sostenible que conserva el ecosistema costero

Entre raíces enredadas y el zumbido constante de miles de abejas, las mujeres de la Asociación de Mujeres Amantes del Manglar (AMURAM) han encontrado una forma única de proteger el medio ambiente, producen miel dentro de los manglares, informó la agencia EFE.

Ubicadas frente a la Bahía de Parita, a más de 230 kilómetros al oeste de Ciudad de Panamá, las ocho integrantes de AMURAM se enfundan trajes de apicultoras y recorren el manglar para cuidar las colmenas instaladas entre las ramas.

“La idea es sacar miel, pero también conservar los manglares”, explica Raquel Pascacio, una de las participantes del proyecto. “Tenemos muchos agricultores alrededor. Esto también les sirve a ellos y a nosotros, porque sin abejas no hay alimentos”.

Cada colmena puede albergar hasta 80,000 abejas y producir en dos meses más de 20 litros de miel, que luego transforman en jabones, cremas y polen, productos que ofrecen una fuente de ingresos sostenible para la comunidad.

Fotografía de archivo del 29 de octubre de 2025 que muestra un panel de abejas en un manglar, en el corregimiento París (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

Las “amigas del manglar” forman parte del proyecto “Desarrollo sostenible de las comunidades costeras a través de la apicultura climáticamente inteligente en ecosistemas de manglar”, impulsado por el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) y la Universidad Nacional de Tumbes (Perú), con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La iniciativa busca ofrecer alternativas económicas sostenibles a las comunidades costeras de Panamá y Perú, mientras se frena la degradación de los manglares, uno de los ecosistemas más importantes para mitigar los efectos del cambio climático.

“Esta apicultura en manglar puede ser una actividad económica sin dañarlo, aprovechando su potencial y ayudando a las comunidades a adaptarse al cambio climático”, señala Itziar González, coordinadora de la Cooperación Española en Panamá.

Para garantizar la salud de las colmenas, las apicultoras cuentan con sensores que miden temperatura y humedad, variables esenciales para el bienestar de las abejas. “Con esta información podemos actuar a tiempo, sobre todo ahora que la época lluviosa es muy fuerte”, explica Ruth del Cid Alvarado, investigadora principal del IDIAP.

Fotografía de archivo del 29 de octubre de 2025 que muestra un panel de abejas en un manglar, en el corregimiento París (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

Las abejas se sienten especialmente atraídas por especies locales como el mangle blanco (Laguncularia racemosa) y el botoncillo (Conocarpus erectus), ricos en néctar, lo que mejora la calidad de la miel producida.

El proyecto, que también involucra a la Universidad de Santiago de Compostela (España), estudia el valor nutricional y el impacto socioeconómico de las mieles generadas en estos ecosistemas. “Analizamos su composición física, química y microbiológica”, explica César Joel Feijoo Carrillo, profesor de la Universidad Nacional de Tumbes.

En Perú, la iniciativa se replica en los manglares de Tumbes, donde se trabaja con abejas meliponas (sin aguijón), que producen menos miel pero de mayor calidad y valor nutricional.

Para Feijoo, el proyecto resume un equilibrio perfecto entre desarrollo y conservación: “Es un ganar-ganar. Gana el ecosistema, ganan las comunidades, ganamos los investigadores y gana el planeta”.

Mientras tanto, en el pequeño pueblo de París, las mujeres de Amuram siguen demostrando que la miel también puede ser una herramienta para combatir el cambio climático y proteger uno de los tesoros naturales más valiosos de Panamá.

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