La Cancillería reiteró su convicción de que “América Latina y el Caribe deben mantenerse como una zona de paz”
El gobierno de Chile expresó este miércoles su “profunda preocupación” por el despliegue de operaciones militares a gran escala en el Caribe y rechazó “toda acción armada que ponga en riesgo la estabilidad y la paz” en Latinoamérica, informó el diario El Nacional.
La declaración, emitida por el gobierno de Gabriel Boric, se produce un día después de que Estados Unidos enviara a aguas caribeñas el portaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de su flota, acompañado de un grupo de ataque compuesto por más de 4,000 marinos y decenas de aeronaves tácticas.
La Cancillería chilena reafirmó su postura a través de un comunicado: “Chile reafirma su compromiso con el derecho internacional, el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados, la solución pacífica de las controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza, y el respeto a los derechos humanos como principios esenciales de la convivencia entre naciones”.

El país subrayó la necesidad de abordar el crimen organizado transnacional de manera coordinada, fortaleciendo la cooperación multilateral, y reiteró su convicción de que “América Latina y el Caribe deben mantenerse como una zona de paz”.
Desde agosto, Estados Unidos mantiene un despliegue naval y aéreo en la región con el argumento de combatir el narcotráfico. Según reportes del ejército de ese país, hasta principios de noviembre esta operación ha resultado en el hundimiento de 20 embarcaciones y el asesinato de 75 personas presuntamente vinculadas al crimen organizado, además de un desaparecido.
En respuesta, la dictadura de Nicolás Maduro anunció el martes otro despliegue militar con 200,000 efectivos en todo el territorio para defenderse de las “amenazas imperiales”, según el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
