Zelenski denuncia un ataque “calculado para causar el máximo daño” con más de 430 drones y 18 misiles
Rusia volvió este viernes a bombardear la pasada madrugada Kiev con un ataque masivo con misiles y drones que mató a cinco civiles y dejó más de treinta heridos, según cifras ofrecidas por las autoridades ucranianas, informó el diario La Razón.
Se trató de un ataque “masivo” ruso que afectó la mayoría de distritos de la capital de Ucrania, dijeron este viernes el presidente Volodimir Zelenski y las autoridades locales. “Se usaron alrededor de 430 drones y 18 misiles”, dijo Zelenski, que acusó a Rusia de un “ataque deliberadamente calculado destinado a causar el máximo daño a las personas y a la infraestructura civil”.
De su lado Moscú indicó haber derribado más de 200 drones ucranianos en su territorio. Rusia, que lanzó una ofensiva a gran escala contra Ucrania en el 2022, ha intensificado los ataques contra Kiev en los últimos meses, y apunta especialmente a instalaciones energéticas, sistemas ferroviarios y zonas residenciales.

“Los rusos están atacando edificios residenciales. Hay muchos edificios altos dañados en toda Kiev, casi en todos los distritos”, dijo el viernes el jefe de la administración militar de la ciudad, Timur Tkatchenko.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que se trató de un “ataque masivo enemigo”, por lo que las fuerzas de defensa aérea tuvieron que ser activadas.
“Algunas secciones de las redes de calefacción resultaron dañadas”, afirmó, al añadir que algunos edificios del distrito nororiental de Desnianski quedaron temporalmente sin suministro de ese servicio.

Se produjeron incendios en varios barrios tras los ataques y se prevén cortes de agua y electricidad, señaló el alcalde. Las fuerzas rusas llevan meses avanzando por el este de Ucrania, tratando de tomar el control de las regiones de Donetsk y Lugansk. Ucrania, por su parte, ha intensificado los ataques contra las infraestructuras rusas y ha intentado atacar más allá del frente.
Según las autoridades regionales rusas, los ataques ucranianos provocaron un incendio, ya controlado, en la refinería de petróleo de Sheskharis, una de las más grandes de Rusia, situada en la ciudad portuaria de Novorosíisk, en el mar Negro. Además tres miembros de la tripulación de un buque civil resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados.
