Pedro Vaca Villarreal alerta sobre serios desafíos para la libertad de prensa en la región
El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, Pedro Vaca Villarreal, advirtió que la autocensura se ha convertido en un fenómeno generalizado en el periodismo de América, un continente donde todos los países tienen serios desafíos para garantizar la libertad de prensa, informó la agencia EFE.
“La autocensura es como el aire que se empieza a respirar colectivamente”, explicó Vaca durante su visita a Panamá, en el marco del Proyecto de fomento de medios independientes y la lucha contra la desinformación, financiado por la Unión Europea.
Según el relator, medir el impacto de la autocensura resulta complicado, ya que implica evaluar la inseguridad que sienten los periodistas sobre las posibles repercusiones hacia ellos o sus familias, además de la pérdida de confianza en la cobertura de ciertos temas.

El informe anual de la Relatoría Especial de la CIDH documenta prácticas represivas en países como Nicaragua, Cuba y Venezuela, donde se registran detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, hostigamiento policial, bloqueos de internet y cierre de medios independientes, generando un clima de miedo y autocensura que también afecta a periodistas exiliados.
Otros casos preocupantes se reportan en El Salvador y Estados Unidos, donde la libertad de expresión enfrenta crecientes restricciones.
Vaca resaltó que la situación ha empeorado desde el 2020, con América siendo uno de los rincones más mortales para la prensa, un aumento de ataques judiciales y políticos, y la creciente instrumentalización del derecho penal contra periodistas y defensores de derechos humanos, como ejemplifica el caso de José Rubén Zamora en Guatemala.
“La libertad de prensa depende de la tolerancia del poder público a la crítica. Cuando se criminaliza o se desacredita la labor periodística como desinformación, el debate público se deteriora”, alertó el relator, quien reconoció que solo Canadá y Uruguay destacan como ejemplos de garantías sólidas para los medios.
Vaca concluyó que el continente enfrenta un panorama complejo y arriesgado para quienes ejercen el periodismo, donde la autocensura se ha vuelto una respuesta cotidiana ante amenazas, hostigamiento y un entorno político cada vez más adverso.
