La Comisión Tripartita sesionará por cuatro semanas; expertos cuestionan la falta de método técnico y la viabilidad de un salario único de $900
La Comisión Nacional de Salario Mínimo quedó formalmente instalada el sábado 15 de noviembre y comenzará sus sesiones de trabajo este miércoles 19 de noviembre, con el objetivo de definir el posible ajuste que entrará en vigencia a partir de enero del 2026, informó el diario La Estrella.
El mecanismo de discusión, que reúne a representantes del sector empresarial y de los trabajadores bajo la mediación del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (MITRADEL), sesionará durante cuatro semanas consecutivas hasta el 10 de diciembre, de no alcanzar un consenso tripartito, la decisión final recaerá sobre el Estado, tal como ocurrió en el último ajuste del 2024.
Una modificación relevante este año es la eliminación de las giras regionales, una medida que reduce drásticamente los costos operativos del proceso de $120,000 a aproximadamente $9,000.

Actualmente, el salario mínimo promedio simple en Panamá se ubica en $636.80 mensuales, aunque el país mantiene una compleja dispersión salarial con más de 30 actividades económicas y diferencias por región y tamaño de empresa, los salarios mínimos vigentes oscilan entre $350 y $1,055 -este último para tripulantes y mecánicos de avión-.
La economista Ana Patiño, criticó la persistente falta de una metodología técnica consensuada para el ajuste, señalando que esto provoca distorsiones históricas y desigualdades entre regiones y sectores.
Patiño calificó como inviable la propuesta sindical de establecer un salario mínimo absoluto de $900 mensuales, debido a la gran variedad de salarios ya definidos en la normativa.

“Fijar un salario mínimo único de $900 implicaría reducir algunos salarios ya establecidos y desvirtuar las particularidades de cada sector,” explicó la economista. Agregó que el salario mínimo se habla en tasas (porcentajes), no en valores absolutos, ya que los montos dependen de la región, el tamaño de la empresa, la actividad económica, el oficio u ocupación.
La experta también insistió en la necesidad de integrar variables técnicas como el crecimiento económico, la productividad laboral, la inflación y el poder adquisitivo, además, criticó las diferencias salariales entre la región 1 y la región 2, calificándolas de injustificadas ante la homogeneización del costo de la vida.
Las organizaciones sindicales aspiran a una sola región salarial, argumentando que un trabajador con la misma calificación no debería recibir salarios diferenciados. Patiño ejemplificó que un periodista de radio puede recibir hasta $114 menos en la región 2 que su homólogo en la región 1.
