Tres meses después de que comenzase sus operaciones la ONU declaró la existencia de una hambruna en Gaza
El Ministerio de Interior de Gaza cifró este martes en 1,109 los palestinos asesinados cerca de los puntos de reparto de alimento de la falsa Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), creada por Estados Unidos y compuesta por mercenarios, que anunció el cese de su actividad este lunes, informó la agencia EFE.
“Entre ellos hay 225 niños, 852 adultos y 32 ancianos”, recoge el comunicado difundido hoy por Interior.
El recuento incluye tanto a quienes murieron en las inmediaciones de estos centros, custodiados por tropas israelíes con luz verde para abrir fuego (según una investigación de Haaretz), como dentro de sus instalaciones, cuya seguridad corría a cargo de mercenarios estadunidenses.
La ONU calcula, por su parte, que solo entre junio y julio fueron asesinados 859 palestinos cerca de puntos de distribución de la fundación.
El Ministerio del Interior elevó a 2,615 los asesinatos tanto cerca o dentro de los cuatro centros de la GHF como en los pocos puntos de entrada de camiones de ayuda humanitaria, donde los asaltos eran frecuentes y el ejército respondía con fuego.
Además, otros 19,182 gazatíes resultaron heridos en ese tipo de ataques, según esta fuente.
La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), organización auspiciada por el gobierno de Donald Trump para repartir ayuda en la Franja, anunció ayer lunes el cese de sus operaciones tras seis meses marcados por la polémica y los ataques mortales en el enclave palestino.
Los cuatro centros con los que llegó a contar la Fundación Humanitaria para Gaza, frente a los 200 de las agencias de la ONU, se tornaron rápidamente en un caos, con palestinos agolpándose en sus instalaciones valladas y constantes episodios violentos.
Tres meses después de que la GHF comenzase sus operaciones reducidas en Gaza, un comité de reputados organismos humanitarios avalados por la ONU declaró este agosto la existencia de una hambruna en la ciudad de Gaza y áreas aledañas.
Según Unicef, ese agosto casi cuatro de cada 10 gazatíes estaba días sin comer. Y en los 50 días desde que se declaró la hambruna hasta el comienzo del alto el fuego este octubre, las autoridades gazatíes registraron 185 muertes por hambre, 42 de ellas de niños.