El Centro Bancario Internacional registra un crecimiento sólido en el 2025, con una expansión del crédito
El Centro Bancario Internacional (CBI) continúa mostrando fortaleza en el 2025, ya que a octubre, la cartera crediticia neta alcanzó $100,088.9 millones, lo que representa un crecimiento de 5,5% respecto al mismo periodo del año anterior, según el Informe de Actividad Bancaria publicado por la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).
El dinamismo estuvo liderado por la cartera externa, que aumentó 12,38% hasta ubicarse en $36,832.2 millones, mientras que la cartera interna también registró un avance, aunque más moderado, con un crecimiento de 1,63%, para cerrar en $63,256.7 millones.
Los depósitos siguen siendo la principal fuente de fondeo del sistema, totalizando $115,289.7 millones, un aumento interanual de 5,91%.

También sobresale el impulso de los depósitos externos (+10,21%), especialmente los de particulares, que crecieron 13,25%, apoyados en una mayor captación en cuentas de ahorro (+19,50%) y depósitos a la vista (+29,66%). Este comportamiento consolida al CBI como un centro regional competitivo y atractivo para la captación internacional.
En cuanto a nuevos créditos, las colocaciones del Sistema Bancario Nacional (SBN) sumaron $22,199 millones, reflejando un incremento de 5,2%, el sector comercio se posicionó como el principal receptor, con un aumento de 16,6% hasta alcanzar $10,530 millones.
También destacaron los incrementos en crédito personal (+3,2%), ganadería (+3,3%) y un repunte notable en minas y canteras, cuyo flujo saltó de $5 millones a $119 millones.

Los activos netos del CBI ascendieron a $160,378.3 millones, un crecimiento de 4,44%, el sistema mantiene sólidos colchones de liquidez y solvencia, la liquidez legal y el LCR se ubican en 53,4%, muy por encima del mínimo regulatorio, mientras que el Índice de Adecuación de Capital (IAC) alcanza 16,3%, casi el doble del requerimiento.
La fortaleza en liquidez, capital y rentabilidad confirma que el CBI conserva fundamentos robustos para enfrentar un entorno financiero global más exigente.
Sin embargo, analistas señalan la importancia de reforzar la eficiencia operativa, diversificar fuentes de fondeo y mantener un estricto control sobre la calidad de los activos para asegurar resiliencia ante escenarios de volatilidad internacional.
