Economistas destacan la sostenibilidad del crecimiento, pero advierten sobre retos en empleo, informalidad y desigualdad
Panamá se encamina a cerrar el año 2025 con un crecimiento económico cercano al 4%, una cifra que los economistas califican como positiva y sostenible, aunque inferior al proyectado inicialmente del 5% debido a dos meses de paralizaciones y huelgas en sectores clave.
Expertos señalan que, si bien el crecimiento se mantiene estable y no ha presionado significativamente los precios, la dinámica económica refleja una brecha entre expansión productiva y generación de empleo, ya que la mayoría de los sectores que impulsaron el crecimiento no son intensivos en mano de obra.
Esto ha contribuido a un aumento en la tasa de desempleo y mantiene alta la participación del trabajo informal, que se sitúa en torno al 50% de la economía laboral.

A pesar de estos desafíos, los economistas coinciden en que Panamá cuenta con infraestructura y recursos humanos capaces de sostener un crecimiento estable en los próximos años, siempre que se implementen políticas efectivas para formalizar el empleo y mejorar la productividad de los sectores laborales.
Para el 2026, el país enfrenta retos significativos, entre ellos la generación de empleo, la ejecución de inversiones superiores a los $11,000 millones, el pago de intereses de deuda por más de $3,000 millones y la reducción de la pobreza y desigualdad, problemas recientemente destacados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En términos generales, el cierre del 2025 muestra que, a pesar de interrupciones y protestas, la economía panameña mantiene un crecimiento positivo, con perspectivas de consolidación a largo plazo, siempre que se atiendan los desafíos sociales y laborales que limitan el impacto del crecimiento en la población.
