Informe anual de Experian proyecta ataques más sofisticados, personalizados y difíciles de detectar ante un panorama global cada vez más vulnerable
La Inteligencia Artificial (IA) será la mayor amenaza para la ciberseguridad en el 2026, según el Informe de Predicciones sobre Brechas de Datos publicado por Experian, que anticipa una nueva generación de ataques altamente sofisticados impulsados por tecnologías emergentes.
El documento, que llega a su décima tercera edición, alerta que los ciberdelincuentes están usando IA, cómputo cuántico y otras herramientas avanzadas para crear identidades sintéticas, evadir sistemas de defensa y explotar nuevas fronteras digitales, como interfaces cerebro-computadora.
Las seis principales predicciones delineadas por Experian apuntan a un futuro inmediato donde los ciberataques serán más personalizados, persistentes y tecnológicamente avanzados que nunca.

El informe destaca que los criminales digitales ya están utilizando agentes autónomos de IA y malware dinámico capaz de mutar para evitar su detección.
“La tecnología evoluciona a una velocidad vertiginosa, y los ciberdelincuentes suelen ser los primeros en adoptar herramientas como la IA para superar defensas y explotar vulnerabilidades”, advirtió Michael Bruemmer, vicepresidente de Resolución Global de Brechas de Datos en Experian.
Bruemmer añadió que, aunque la amenaza crece, las organizaciones también pueden aprovechar estas innovaciones para reforzar su seguridad, siempre que cuenten con preparación y estrategias adecuadas.

Solo en la primera mitad del 2025 se registraron más de 8,000 brechas de datos a nivel mundial, con 345 millones de registros comprometidos. Entre los clientes de Experian, los países más afectados fueron Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
Jim Steven, director de Servicios de Crisis y Respuesta a Datos en el Reino Unido, señaló que los ataques están evolucionando más allá del robo de información. “Estamos entrando en una nueva era en la que los ciberataques buscan manipular la realidad. Las amenazas son más rápidas, más inteligentes y más difíciles de detectar”.
El informe concluye que, aunque el panorama es cada vez más desafiante, las organizaciones que adopten tecnologías emergentes, fortalezcan sus protocolos y eduquen a sus usuarios estarán en mejor posición para enfrentar un 2026 marcado por amenazas digitales sin precedentes.
