Un estudio internacional identifica los cambios genéticos que han permitido la expansión de esta variante y apunta nuevas dianas para futuras vacunas
Investigadores de varios países han logrado desentrañar el modo de acción de la nueva variante genética del norovirus -el GII.17- responsable del incremento de brotes de gastroenteritis aguda registrado en todo el mundo durante los últimos años, informó la agencia EFE.
El hallazgo, publicado en Nature Communications, no solo explica por qué este virus ha logrado expandirse con tanta eficacia, sino que también señala posibles dianas que podrían servir para desarrollar futuras vacunas.
El norovirus es extremadamente contagioso y se transmite a través de alimentos y agua contaminados, el contacto entre personas o las superficies infectadas, provoca náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y malestar general.
Aunque la enfermedad suele remitir en dos o tres días en personas sanas, puede ser grave en menores, mayores o personas inmunodeprimidas, que pueden requerir atención médica especializada.

El nuevo estudio ha sido liderado por equipos científicos de Estados Unidos y Alemania, con la participación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Desde España, el grupo dirigido por María Dolores Fernández-García, responsable de Gastroenteritis Víricas del Centro Nacional de Microbiología (CNM), y especialistas en Epidemiología y Salud Pública del CIBER-ISCIII han contribuido al análisis e interpretación de los datos.
Según detalla el ISCIII, el genotipo GII.17 no había sido predominante históricamente, pero entre el 2013 y el 2016 se expandió desde diversos países asiáticos.
Tras un descenso de casos en años posteriores, desde el 2023 se observa un nuevo aumento de infecciones, especialmente en Europa y América.
Para comprender su reemergencia, adaptación y expansión, los investigadores analizaron más de 1,400 genomas del virus, tanto recientes como almacenados en bases de datos internacionales.
Esta revisión a gran escala permitió estudiar su evolución global, regional e incluso dentro de cada huésped infectado. Los datos españoles incluidos fueron generados mediante la caracterización molecular de brotes coordinada por el propio CNM.
Los resultados muestran que la nueva variante del GII.17 posee un conjunto específico de mutaciones, especialmente en la proteína VP1 de la cápsida viral, que le otorgan una identidad genética diferenciada. Esta proteína se perfila, además, como un elemento clave para desarrollar posibles vacunas, según subrayan los autores.
El estudio pone de manifiesto, además, la importancia de la colaboración internacional y de la vigilancia genómica como herramientas esenciales para entender cómo emergen y se adaptan los virus, un conocimiento imprescindible para reforzar la protección de la salud pública frente a futuras amenazas.
