CONTROL DE DAÑOS
Dice Pipe que el ante asesinato de un oficial de la Policía, por parte de un sicario, debe aplicarse un control de daños y recuperar la norma no escrita: No mates a un policía. El uniforme se respeta. Propone limpiar la Fuerza Pública, como primera tarea y auditar las cuentas bancarias de todos los oficiales superiores en actividad. Atacar la corrupción policial, en paralelo con la penetración de las organizaciones criminales. Reforzar el actual mando civil de la Policía, nombrando a un nuevo subdirector civil preferiblemente un exfiscal y fortalecer las investigaciones para que no se caigan en las audiencias.
BLOQUEO DE CÁRCELES
En esa lista, Pipe también incluye ordenar un bloqueo de las cárceles. Cero visitas en diciembre. Exigir un arqueo con auditores externos de las armerías y sus municiones y pasar la DIJ a órdenes directas del Procurador, con funciones de investigaciones judiciales sin la contaminación de los policías.
SALARIO MÍNIMO
Dicen que esta vez Panamá ganó, que no hubo vencedores ni vencidos y que todos remaron en la misma dirección. Al menos así lo presenta la Cámara de Comercio cuando celebra el acuerdo sobre el salario mínimo como un acto casi épico de construcción de país. El discurso suena bien, patriótico incluso, pero conviene mirar con lupa qué significa realmente ganar cuando el ajuste apenas alcanza para sostener el poder adquisitivo de los trabajadores y, al mismo tiempo, se vende como un salvavidas para las Pymes.
PARTIDO DE MARTÍN
Dicen que Martín planea reinventar la política panameña con la creación de una nueva organización, como si la sola presencia de un exmandatario pudiera cerrar la brecha entre los ciudadanos y los partidos tradicionales. Tras recordar su llegada a la Presidencia en el 2004 y agradecer a quienes lo acompañaron en su reciente aspiración presidencial, Martín promete reconectar con la ciudadanía y recuperar política ante la apatía ciudadana. Sin embargo, la pregunta que queda flotando es si esta alternativa distinta será realmente un cambio estructural o simplemente otra maniobra más en un tablero político que ya ha visto suficientes caras conocidas reciclarse como innovadoras.
DESTINO DUDOSO
Dicen que los recursos de la mina ahora sí tendrán un destino noble, y que cada dólar de esas regalías irá exclusivamente a obras sociales. El Mici asegura que los $29 millones, parte de los cerca de $340 millones provenientes del material concentrado extraído antes del cierre de la mina de Donoso, exportado recientemente, no se desviarán ni un dólar a otro lado. Una promesa que inevitablemente despierta el escepticismo de una ciudadanía acostumbrada a anuncios grandilocuentes y resultados difíciles de rastrear. ¿Qué proyectos específicos?, ¿en qué plazos?, ¿con qué mecanismos de fiscalización? La experiencia reciente ha enseñado que no basta con asignar fondos, lo crucial es garantizar que se ejecuten con transparencia y que realmente lleguen a las comunidades que más los necesitan.
CERRANDO BRECHAS
Dicen que las brechas en derechos humanos no se cerrarán sin reformas estructurales, y Leblanc, el de Defensoría, vuelve a recordarlo con un informe que, más que novedades, confirma una realidad que el país conoce desde hace años. Falta agua, falta salud, falta educación y sobra violencia, especialmente donde históricamente el Estado ha llegado tarde o no ha llegado nunca: Las zonas rurales y las comarcas. Hablar de cerrar brechas en 10 o 15 años suena más a resignación que a urgencia, cuando hay comunidades que llevan décadas esperando derechos básicos que en la capital se dan por sentados. Las poblaciones afrodescendientes, las personas con discapacidad, los adultos mayores y quienes viven fuera del centro urbano, siguen siendo mencionados en los informes, pero raramente priorizados en los presupuestos.
CIRILO Y POPULARES
Dicen que los Populares inicia una nueva etapa con la elección de Cirilo como presidente, pero los números y los rostros que rodearon el Congreso Nacional Ordinario, invitan a mirar el anuncio con cautela. Un cambio de nombre en la presidencia no necesariamente implica un cambio de fondo en un partido que sigue buscando relevancia en el tablero político nacional. Aunque la participación se concentró en la estructura interna de siempre, lejos de los más de 21,000 inscritos que rara vez sienten que las decisiones del partido les pertenecen. La democracia interna se ejerció, sí, pero dentro de un círculo reducido que no logra traducirse en conexión con el electorado. La nueva directiva tiene cinco años para reorganizar y fortalecer al partido rumbo al 2029, aunque el verdadero reto no está en los estatutos ni en los congresos, sino en demostrar que pueden ser algo más que una estructura electoral de ocasión.
