Crecen la deuda e importaciones, las tiendas chinas asfixian al comercio local, y las empresas mineras acaparan más de 919,000 hectáreas en concesiones
“Aquí China no viene a buscar cómo hacer negocios”, sentenció Daniel Ortega el 24 de mayo de este año. “Viene a contribuir a la lucha contra la pobreza”, añadió.
Sin embargo, desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, en diciembre del 2021, son pocas las ayudas y son más las deudas, importaciones, comercios chinos, y concesiones de territorios indígenas que Nicaragua permite a las empresas del gigante asiático, informó el diario Confidencial.
Las donaciones monetarias de China suman $230,000 del 2022 al 2025, la mayoría de los cuales fueron usados para actividades de la Secretaría de Economía Creativa y Naranja, una dependencia adscrita a la Presidencia que administra la hija de los dictadores: Camila Ortega Murillo.
Otra parte fue destinada para la compra de útiles deportivos de béisbol, entregada en parte a academias infantiles en las zonas del Caribe Norte, en junio del 2024, y para crear el Coro Femenino Infantil Amistad China-Nicaragua, en mayo del 2025.

Pero los $230,000 donados no se comparan con la deuda de más de $2,000 millones que Nicaragua ha adquirido con Pekín, ni con las ganancias que obtendrá el gigante asiático de la explotación minera, con concesiones que ya suman más de 919,000 hectáreas, según un análisis de datos de Confidencial.
En las concesiones mineras, la dictadura Ortega Murillo está repartiendo los territorios indígenas de Nicaragua a China. De noviembre del 2023 a noviembre de 2025, entregó 919,000 hectáreas a 12 mineras chinas.
El 45% de estas hectáreas (equivalente a 408,800 hectáreas) están ubicadas en la Costa Caribe de Nicaragua, donde habitan comunidades miskitas, mayangnas y ramas.
De esas concesiones mineras no se conocen los estudios de impacto ambiental que la empresa debió presentar y que deberían estar disponibles al público.
En el 2023, la Plataforma de Pueblos Indígenas y Afrodescendienes (INANA-AIP) denunció que esas concesiones constituyen una “profundización del extractivismo y la creación de condiciones para mayor violencia, colonización y genocidio de los pueblos que habitan estos territorios en la Moskitia”.
“La gravedad del avance del extractivismo radica en que representan una amenaza existencial para la cultura de los pueblos indígenas y afrodescendientes, al imponerse contra su voluntad, perseguir y expulsarlos en caso de oposición a través de diversas formas de violencia”, denunció INANA-AIP, en julio del 2023.
China ha ganado, a paso acelerado, amplias áreas para la explotación minera en Nicaragua. En seis meses, entre octubre de 2023 y abril de 2024, tres empresas chinas consiguieron trece concesiones mineras. La extensión de entonces era de 228,776 hectáreas. Pero desde entonces, las concesiones han seguido su aumento meteórico.
Las 15 concesiones restantes están divididas en ocho mineras chinas. Estas suman unas 171 546.13 hectáreas repartidas principalmente en el Caribe de Nicaragua.
Los ciudadanos chinos también sacan provecho de las relaciones comerciales con Nicaragua. De forma acelerada, en el país se comenzaron abrir tiendas con productos chinos, a precios bajos, con lo cuales los emprendedores y comerciantes nicaragüenses no pueden competir, reduciendo sus ventas en un 70%, y en algunos casos cerrando.
Un informe técnico de la Fundación Sin Límites para el Desarrollo Humano (publicado en octubre del 2025) calculó el incremento de tiendas chinas.
Desde que se estableció el Tratado de Libre Comercio entre Nicaragua y China, en Nicaragua han abierto 400 nuevos comercios minoristas de origen chino, especializados en productos no perecederos como maquillaje, utensilios de cocina y artículos para el hogar.
Esos negocios se benefician de la importación directa con tasas arancelarias preferenciales, lo que les permite ofrecer precios significativamente más bajos que los proveedores nacionales. Además, comerciantes nacionales han reportado una reducción considerable en sus ventas, percibiendo esta dinámica como una competencia desleal.
La importación de productos de consumo masivo procedentes de esa nación asiática se ha triplicado. En el 2019 las importaciones eran de $574 millones y al 2024 superaron los $1,647 millones, 2.8 veces más.
En cambio, el acceso al mercado chino sigue siendo marginal para las exportaciones nicaragüenses. Pese a un crecimiento porcentual en las exportaciones a China, el volumen absoluto sigue siendo reducido.
Entre enero y mayo del 2025, China representó solo el 1,9% de los destinos de la oferta exportable nicaragüense ($69 millones), quedando muy por detrás de mercados tradicionales como Estados Unidos (45,5%) y Centroamérica (16,8%).
Las ayudas de la República Popular China no se comparan con los generosos donativos que hacía Taiwán -con quien Ortega rompió relaciones para reconocer a una “única China”- y que entre el 2018 y el 2021 sumó más de $81 millones destinados a proyectos de carreteras, merienda escolar y otras obras sociales.
