La escolta militar de buques venezolanos eleva el riesgo de un enfrentamiento directo con Estados Unidos en el Caribe
El dictador venezolano, Nicolás Maduro, ha ordenado a la Armada escoltar buques que transportan productos petroleros desde los puertos del país, desafiando abiertamente la declaración de una “bloqueo” por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, y elevando el riesgo de un enfrentamiento militar en alta mar, según publica The New York Times y recogen agencias de prensa internacional.
Entre la noche del martes y la mañana del miércoles, varios buques zarparon desde Venezuela rumbo a Asia con escolta naval venezolana, según personas conocedoras de los movimientos.
Ninguno de los barcos comerciales figura en la lista de petroleros sancionados por Estados Unidos, pero la decisión de Caracas llega tras una rápida escalada de tensiones iniciada la semana pasada, cuando Washington incautó un buque cargado con casi dos millones de barriles de crudo venezolano.

La ofensiva estadounidense se intensificó el martes con el anuncio de Trump de una “bloqueo” parcial destinada a asfixiar la industria petrolera venezolana, principal fuente de ingresos del país.
Aunque la Casa Blanca presenta estas medidas como parte de una estrategia antidrogas, funcionarios y analistas señalan que el verdadero objetivo es privar al régimen de Maduro de recursos y forzar su salida del poder.
Hasta ahora, Maduro había evitado responder con fuerza a la campaña de presión de Trump, que incluye operaciones navales consideradas ilegales por expertos en derecho internacional.
Sin embargo, la decisión de escoltar buques marca un punto de inflexión. PDVSA, la petrolera estatal venezolana, afirmó que sus embarcaciones continúan navegando “con plena seguridad” y en ejercicio legítimo del derecho a la libre navegación.
Según datos de TankerTrackers.com, cerca del 40% de los petroleros que han transportado crudo venezolano en los últimos años han sido sancionados por Estados Unidos. Aun así, decenas de buques siguen operando, en su mayoría abasteciendo a compradores privados chinos, responsables de alrededor del 80% de las exportaciones venezolanas.
