Canciller afirma que Panamá actuó de inmediato para proteger el prestigio de su pabellón nacional
De acuerdo a Martínez Acha, durante las verificaciones se detectaron múltiples irregularidades, entre ellas, el cambio del nombre del buque, inconsistencias entre la identidad de la tripulación y los registros oficiales, así como la desconexión deliberada de los sistemas de localización, una práctica considerada una alerta grave en el ámbito marítimo internacional.
“Estas variables nos obligan a tomar decisiones para que el pabellón panameño sea respetado y cumpla con las normas del derecho marítimo. Actuamos en consecuencia”, sostuvo el canciller, al resaltar que Panamá no tolera el uso indebido de su bandera mercante.

El jefe de la diplomacia panameña recalcó que el país respondió de manera oportuna ante las señales de alerta, con el objetivo de resguardar la reputación de Panamá como una de las principales marinas mercantes del mundo.
Las autoridades panameñas mantienen un monitoreo constante sobre lo acontecido, lo que les permitirá tomar “las decisiones más apropiadas”, destacó el canciller.
Panamá administra uno de los registros navieros más grandes a nivel global, lo que implica un escrutinio permanente por parte de la comunidad internacional. En los últimos años, las autoridades panameñas han reforzado los controles sobre el uso del pabellón nacional, especialmente frente a prácticas como la alteración de identidades, el apagado de sistemas de rastreo y el incumplimiento de normativas internacionales, situaciones que pueden derivar en sanciones y afectar la credibilidad del país.
En este contexto, el Gobierno reiteró su compromiso con la transparencia, la cooperación internacional y el estricto cumplimiento del derecho marítimo, como parte de los esfuerzos para proteger el nombre de Panamá en los mares del mundo.
