El avance, desarrollado por investigadores de Reino Unido y Estados Unidos, permite observar por primera vez la implantación embrionaria y la comunicación inicial entre la madre y el embrión
Un equipo internacional de científicos ha logrado implantar con éxito un embrión humano en un endometrio artificial creado mediante bioingeniería, un hito que abre nuevas posibilidades para comprender las primeras etapas del embarazo y las causas de la infertilidad, informó la agencia EFE.
El avance, descrito en la revista científica Cell, fue desarrollado por investigadores del Instituto Babraham de Cambridge, en el Reino Unido, y de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. Se trata del primer modelo de revestimiento uterino artificial capaz de responder a la implantación embrionaria de manera similar al endometrio humano, activando los mecanismos necesarios para nutrir al embrión en sus primeras semanas de desarrollo, señala el estudio.
Explica que la implantación del embrión, que ocurre aproximadamente una semana después de la fecundación, es una de las fases menos comprendidas del embarazo debido a la dificultad de estudiarla directamente en el cuerpo humano. Sin embargo, es una etapa crítica, ya que de su éxito depende la continuidad de la gestación, especialmente en tratamientos de fecundación in vitro.

Para crear el endometrio artificial, los científicos aislaron células epiteliales y estromales de tejido endometrial donado por personas sanas, junto con los componentes estructurales clave del revestimiento uterino. Estas células fueron cultivadas en un gel especial que permitió recrear en tres dimensiones la arquitectura y el comportamiento fisiológico del endometrio humano, incluida su respuesta a estímulos hormonales.
Al probar el modelo con embriones humanos en fase inicial, donados tras procesos de fertilización in vitro, los investigadores observaron que estos se adherían e implantaban correctamente. Tras la implantación, los embriones comenzaron a secretar proteínas propias del embarazo y gonadotropina coriónica humana, la hormona que detectan las pruebas de embarazo, confirmando la funcionalidad del sistema.
Además, el endometrio artificial permitió que los embriones continuaran su desarrollo hasta entre 12 y 14 días después de la fecundación, una etapa hasta ahora prácticamente inexplorada. Durante este proceso, los científicos identificaron la primera comunicación celular entre el embrión y el endometrio, clave para la formación de las estructuras que permiten el intercambio de oxígeno y nutrientes entre madre e hijo.

Según los investigadores, este avance podría aportar información crucial para entender mejor los abortos espontáneos, la infertilidad y complicaciones del embarazo como la preeclampsia, además de mejorar los tratamientos de reproducción asistida.
“Ahora podemos observar y comprender los primeros momentos del desarrollo embrionario y esa comunicación inicial sincronizada entre la madre y el embrión, fundamental para un embarazo sano”, señalaron los autores, quienes destacaron el valor de las donaciones de embriones sobrantes para el progreso de la investigación científica.
