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Miles de latinos abarrotan bancos de comida en EE UU ante asfixiante inflación

Miles de latinos abarrotan bancos de comida en EE UU ante asfixiante inflación
Personas organizan alimentos en las instalaciones del Banco de Comida Regional este lunes, en Los Ángeles (Estados Unidos). EFE/ Mikaela Viqueira

La inseguridad alimentaria ha escalado hasta afectar a 47 millones de personas en todo el país, de las cuales 14 millones son latinos

La estampa de la típica película navideña, con sus luces brillantes y mesas abundantes, choca con la realidad de miles de familias que se ven forzadas a recurrir a los bancos de alimentos por Navidad para soportar la asfixiante inflación que azota Estados Unidos, y que afecta con especial virulencia a la comunidad latina, informó la agencia EFE.

Apenas son las tres de la mañana y Joe Nino, un señor retirado y de avanzada edad, ya está en la fila de MEND (Meet Each Need with Dignity), un centro de recursos contra la pobreza ubicado en el barrio de Pacoima, en Los Ángeles, para ser uno de los primeros en llenar su canasta de la compra que reparten dos veces por semana.

“La situación económica es muy baja. Llevo comida para mi sustento en casa y familias que no tienen una buena situación económica”, indica el hombre a EFE.

Nino espera por horas en una cola que cada vez se va haciendo más larga y que ha llegado en ocasiones a atender a 600 personas en un mismo día para dar sustento a personas en situación de vulnerabilidad en el estado de California, una situación que se agrava todavía más en época festiva.

El último informe de Feeding America, la red de bancos más grande de Estados Unidos, estima que la inseguridad alimentaria ha escalado hasta afectar a 47 millones de personas en todo el país, de las cuales 14 millones son latinos.

En el epicentro de esa emergencia se encuentra el Banco de Alimentos de Los Ángeles, la red más amplia de abastecimiento con una capacidad para alimentar a 1.2 millones de personas cada mes, en una región de unos nueve millones de habitantes y con una de las rentas per cápita más elevadas de Estados Unidos.

“Lo que antes uno compraba con $25 dólares, ahora está costando $35 o $40”, un incremento del 60 % por la inflación en los últimos meses, informó Christina Quesada, directora de Relaciones Corporativas del banco de alimentos, ubicado en la californiana City of Industry.

Aunque el Índice de Precios de Consumo (IPC) cayó en noviembre hasta el 2,7%, el impacto acumulado en la canasta básica golpea ya a familias con ingresos medios, rompiendo el estigma de que solo las personas sin hogar acuden a estos centros.

“Es lo que nosotros le llamamos el “working por”: Tienen trabajos, pero tal vez con su empleo no ganan lo suficiente para poder vivir”, añade Quesada.

El impacto de esta crisis, agravada con la llegada al poder del presidente Donald Trump, se siente con crudeza en ciudades como Paramount, un enclave donde el 80% de población es de origen hispano y que todavía recuerda las redadas migratorias que desencadenaron las masivas protestas de Los Ángeles el pasado junio.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, surgen iniciativas que intentan cerrar la brecha mediante campañas como Season of Giving de la cadena de supermercados Grocery Outlet, liderada por Lourdes García y Paul de la O.

El supermercado ha establecido un punto estratégico de recaudación con el objetivo de proporcionar tres millones de comidas antes del 31 de diciembre.

A través del redondeo de cuentas o donaciones directas, los vecinos de Paramount han tejido una red de bienestar para protegerse unos a otros en un sistema que parece haberles dado la espalda.

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