Las conversaciones con Estados Unidos avanzan de manera constructiva, pero los obstáculos clave con Rusia mantienen incierto el futuro del conflicto
Los esfuerzos diplomáticos recientes para alcanzar una fórmula de paz en Ucrania han producido pocos progresos aparentes, mientras el país insiste en garantías de seguridad fiables frente a Rusia y se niega a ceder los territorios que aún controla en Donetsk, informó la agencia EFE.
Por su parte, Rusia mantiene sus demandas territoriales y geopolíticas, sin mostrar señales de flexibilización.
El presidente Volodímir Zelenski declaró que cada ronda de negociaciones con emisarios estadunidenses, liderados por Donald Trump en Florida, aporta seguridad a los intereses ucranianos y mantiene el optimismo sobre un plan que pueda llevar a una paz digna.
Según el jefe de inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budánov, Estados Unidos ha dado un nuevo impulso al proceso, aunque no se revelaron detalles específicos.

Sin embargo, los analistas señalan que las posibilidades de un avance sustancial son limitadas. Vitali Portnikov indicó que no hay compromisos sobre los asuntos clave que definirían el plan de paz y advirtió que cualquier concesión sobre Donetsk abriría la puerta a ataques rusos en otras regiones.
La opinión pública ucraniana respalda la defensa de Donetsk y solo aceptaría un intercambio de territorios si no se compromete la capacidad de defensa del país.
En paralelo, las garantías de seguridad para Ucrania cubren alrededor del 90% de sus demandas, incluyendo apoyo militar, adhesión a la Unión Europea (UE) y compromisos de los 30 países de la Coalición de Voluntarios, más Estados Unidos.
No obstante, Rusia ya ha rechazado cualquier acuerdo que realmente disuada futuras agresiones, y no hay sustituto inmediato del Artículo 5 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que asegure defensa colectiva.
A pesar de los obstáculos, Ucrania continúa el diálogo con Estados Unidos y socios europeos, buscando demostrar una mayor disposición a la paz que Rusia.
Zelenski afirmó que cada ataque ruso evidencia que la determinación ucraniana de poner fin al conflicto es significativamente mayor que la de Moscú.
Las negociaciones permanecen abiertas, pero los puntos críticos sobre seguridad y territorio mantienen la incertidumbre sobre el posible desenlace de la guerra.
