La capital rusa se prepara para días de nieve intensa mientras habitantes y autoridades enfrentan sus efectos en el tránsito y la vida cotidiana
Moscú despide el año bajo su primera gran nevada del invierno, tras un periodo extraordinariamente seco, que ha cubierto la ciudad de 13 millones de habitantes con una capa de nieve que se prevé alcance entre 19 y 24 centímetros en los próximos días, informó la agencia EFE.
Desde primeras horas de la mañana, el ejército de barrenderos y quitanieves salió a las calles para despejar la urbe, mientras los más pequeños disfrutaban haciendo muñecos de nieve y los adultos aprovechaban para practicar esquí.
Sin embargo, los conductores enfrentan serias dificultades, con tránsito lento y limpieza constante de parabrisas y retrovisores.
El meteorólogo Yevgueni Tishkovets indicó que las precipitaciones registradas equivalen al 18% de la norma mensual en Moscú y al 30% en la región, y advirtió que la situación se mantendrá durante los próximos días.
El Departamento de Transporte declaró alerta amarilla y recomendó a los habitantes priorizar el uso del metro y limitar el uso de vehículos privados, los servicios comunales informan que monitorean las calles constantemente para evitar acumulaciones peligrosas de nieve.
El aeropuerto de Vnúkovo, sin embargo, mantiene su operatividad, aunque advirtió posibles retrasos por la limpieza de pistas y la aplicación de anticongelantes en los aviones.