En la fiesta de la Sagrada Familia, el arzobispo de Panamá afirmó que cuidar el hogar es una responsabilidad social
En su homilía dominical, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, exhortó a la sociedad a mirar “hacia adentro”, al hogar, y reafirmó que la familia sigue siendo el pilar fundamental sobre el que se construyen las personas, la fe y la convivencia social.
Durante la celebración de la fiesta de la Sagrada Familia, Ulloa subrayó que antes que las instituciones, las leyes o cualquier proyecto social, existió la familia, y por ello “la familia lo es todo”.
Aclaró que no se trata de una consigna emotiva ni de una visión del pasado, sino de una verdad humana, social y cristiana que mantiene plena vigencia.
El arzobispo invitó a agradecer no por familias ideales, sino por familias reales, con luces y sombras, cansancios y heridas, pero también con una enorme capacidad de entrega.
“La familia nunca ha sido perfecta, pero sigue siendo insustituible”, afirmó, advirtiendo que cuando el hogar se debilita, la persona y la sociedad entera sufren las consecuencias.
Ulloa destacó que es en la familia donde se forman la identidad, la conciencia y los valores que sostienen la vida social, como el respeto, la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad y la fe.
Resaltó además la importancia de vivir en el hogar tres palabras esenciales: “por favor, gracias y perdón”, actitudes que sanan relaciones y construyen una auténtica escuela de humanidad.
Al referirse a la realidad panameña, señaló que el país se ha sostenido históricamente gracias a la fortaleza de sus familias, especialmente en tiempos de crisis.
Sin embargo, reconoció que hoy muchos hogares están heridos por la violencia intrafamiliar, la ausencia de uno de los padres, la precariedad económica y la falta de diálogo, a lo que se suma una confusión de roles que debilita la misión educativa del hogar.
El arzobispo advirtió sobre la tendencia a renunciar a la autoridad parental y sobre ideologías que buscan relativizar el significado de la familia, el matrimonio y la transmisión de valores.
No obstante, expresó esperanza al afirmar que la mayoría del pueblo panameño sigue creyendo en la familia fundada en el amor, el compromiso, la responsabilidad y la fe.
Finalmente, Ulloa hizo un llamado a la conversión familiar y social, señalando que no habrá transformación del país sin hogares fuertes. Recalcó que la familia no puede ser dejada sola y que el Estado y la sociedad tienen el deber de crear condiciones dignas para protegerla y fortalecerla. “Si queremos un Panamá más humano, justo y solidario, debemos comenzar por fortalecer la familia”, concluyó.