El informe advierte un deterioro sostenido por el avance de la trata de personas, el contrabando de tabaco y alcohol
Costa Rica retrocedió nuevamente en la clasificación internacional que analiza el comercio ilícito transnacional, según el Índice Mundial de Crimen Organizado elaborado por la Global Initiative Against Transnational Organized Crime, informó el medio digital costarricense El Observador.
En la edición del 2025 del estudio, el país descendió 14 posiciones adicionales y se ubicó en el puesto 58 entre 193 naciones evaluadas.
En contraste Panamá descendió cuatro puesto al ubicarse en el puesto 21 mientras que en el 2023 ocupó el puesto 17 en términos de criminalidad, con una puntuación de 6,98 en la escala del índice, una de las más altas de Centroamérica y de América.

El informe señala que los delitos más destacados en Panamá incluyen tráfico de drogas, trata de personas, delitos financieros, ciberdelincuencia y crímenes ambientales y comerciales, y subraya que la posición geoestratégica del país, con su Canal y puertos, lo convierte en un punto clave para las redes transnacionales.
El informe bianual señala que, en esta medición, Costa Rica pasó del lugar 88 en el 2021 al 72 en el 2023, evidenciando un deterioro sostenido del entorno, por lo que el nuevo descenso confirma la tendencia negativa registrada en los últimos años.
El análisis identificó un agravamiento en indicadores clave como la trata de personas y el comercio ilícito de productos sujetos a impuestos especiales, especialmente tabaco y alcohol, además, incorporó el impacto del tráfico de cocaína y drogas sintéticas, así como de cibercrímenes y delitos financieros.

De acuerdo con el reporte, la creciente presencia de redes criminales en múltiples sectores ha contribuido al aumento de los niveles de violencia, debido al uso de coerción psicológica y física para mantener el control.
La Cámara de Comercio de Costa Rica figura entre las organizaciones que expresaron inquietud por las alertas del informe, el gremio advirtió sobre el crecimiento acelerado del comercio de productos falsificados, incluidos fertilizantes, calzado, artículos de higiene y prendas que imitan marcas reconocidas.
Según la Cámara, este fenómeno podría representar cerca del 2% del producto interno bruto (PIB), además, subrayó riesgos para la salud pública al señalar que los productos farmacéuticos falsificados se triplicaron durante el 2023 y dominan el mercado ilícito, con alta procedencia desde Nicaragua.

En cuanto a los bienes sujetos a impuestos especiales, el informe es categórico al afirmar que el comercio ilícito de alcohol y cigarrillos constituye un mercado en expansión.
Los cigarrillos de contrabando, provenientes principalmente de Panamá, Paraguay y China, alcanzarían casi la mitad del consumo nacional, generando pérdidas fiscales significativas y una práctica ampliamente normalizada entre consumidores.
El Índice también documenta la articulación del contrabando con esquemas de lavado de dinero. “El contrabando de cigarrillos y alcohol continúa de forma generalizada, con más de 100 comercios minoristas en San José bajo sospecha de evasión fiscal y venta ilegal”, detalla el reporte.
Según la evaluación, estructuras comerciales como llanteras, bares y restaurantes han sido utilizadas como mecanismos para el blanqueo de ganancias del narcotráfico, lo que expone la vulnerabilidad del sector privado frente a los delitos financieros y al avance del crimen organizado.
