La oposición no está solo en las filas del partido Laborista. Philip Hammond, ministro de Finanzas del anterior gobierno conservador, ya advirtió que haría cualquier cosa para bloquear un “no deal”.
El nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, enfrenta este jueves su primera prueba en las urnas en una elección parcial que podría reducir su escasa mayoría parlamentaria a sólo un voto, complicando la aplicación de su estrategia para el Brexit.
El Partido Conservador en el poder, a cuyo frente se puso Johnson la semana pasada, podría perder la banca de la circunscripción de Brecon y Radnorshire, en Gales, en favor de un candidato proeuropeo.
Eso debilitará al nuevo gobierno que acaba de anunciar que duplicará el presupuesto para la preparación de un Brexit sin acuerdo, asignándole 2.100 millones de libras (2.300 millones de euros, 2.540 millones de dólares) adicionales este año.
Este dinero servirá para “acelerar los preparativos en la frontera” y “en las empresas, así como para lanzar una nueva campaña de comunicación sobre el Brexit”, precisó el Tesoro británico.
“Este gobierno podría haber descartado un +no deal+ y gastar esos miles de millones en nuestras escuelas, hospitales y ciudadanos”, criticó a John Mcdonnell, ministro de Finanzas del gabinete fantasma de la oposición laborista, denunciando un “despilfarro”.
La oposición no está solo en las filas del partido Laborista. Philip Hammond, ministro de Finanzas del anterior gobierno conservador, ya advirtió que haría cualquier cosa para bloquear un “no deal”.
La candidata liberal-demócrata en Brecon, Jane Dodds, quien encabeza los sondeos, advirtió contra un Brexit “sin acuerdo” que golpearía económicamente a los granjeros de Gales.
Johnson quiere renegociar el acuerdo de retiro alcanzado por la ex primera ministra Theresa May y Bruselas, que descarta tal cosa. Aunque fracase, afirma que Reino Unido dejará la Unión Europea, con o sin acuerdo, el 31 de octubre.
– ¿”Rebote Boris”? –
La elección parcial del jueves sigue la destitución del diputado conservador Chris Davies, provocada por los electores tal como lo permite un procedimiento introducido en 2015 por el ex primer ministro conservador David Cameron.
Los electores sancionaron a Davies tras su condena por falsas declaraciones de gastos. Reconociendo haber cometido un error, el diputado se presenta de nuevo.
Pero según el Instituto Number Cruncher Politics, el Partido Liberal Demócrata debería ganar con 43% de los votos, delante de los conservadores (28%), el partido del Brexit presidido por Nigel Farage (20%) y el Partido Laborista (8%).
El partido nacionalista galés y los Verdes, ambos proeuropeos, no presentan candidatos, dejando la vía libre a los liberales demócratas para recibir los votos proeuropeos.
Sin embargo, otra encuesta realizada en Gales por el instituto YouGov arrojó resultados inesperados: los conservadores se beneficiarían de un impulso repentino, interpretado como un “rebote Boris” según analistas.
La circunscripción de Brecon y Radnorshire votó 52% en favor de un divorcio con la UE en el referéndum sobre el Brexit en 2016, del cual Johnson fue uno de los grandes artesanos.
Johnson fue a la circunscripción el martes para reunirse con Davies e instó a los votantes a no confiar en el partido Brexit, una fuerza populista que aprovechó el estancamiento de ese proceso para abrirse paso en las elecciones europeas de mayo con 31% de los votos (frente un 9% para los conservadores).