En el Canal hay 82 compuertas centenarias y otras 16 instaladas durante la ampliación de la vía en 2016. A cada una de ellas se le da mantenimiento cada 25 o 30 años, salvo que haya algún fallo grave.
Decenas de obreros trabajan en dos largas cámaras rodeados de altas paredes, gigantescas compuertas y pequeñas columnas de agua cuyo ruido recuerdan a una cascada, mientras un barco cruza a escasos metros el centenario canal de Panamá.
Los trabajadores dan mantenimiento a las cámaras en el carril oeste de las esclusas de Miraflores, en el lado Pacífico de la vía interoceánica panameña, por la que pasa el 5% del comercio marítimo mundial.
En turnos de 12 horas, 350 obreros por la mañana y 250 por la noche, realizan operaciones de mantenimiento a unas instalaciones que fueron inauguradas en 1914 y por la que pasan una treintena de barcos a diario.
Cada cámara, de 304,8 metros de largo y 33,5 metros de ancho, ha sido vaciada previamente. Obreros e ingenieros revisan válvulas, los muros de 26 metros de altura y las alcantarillas, por donde entra el agua para subir y bajar los barcos, para reparar los desperfectos.
Dos compuertas han sido previamente desinstaladas y llevadas al taller por la mayor grúa del Canal, un viejo botín de guerra alemán, para reconstruir el acero, cambiar cauchos y sellos y volverla a pintar. El trabajo de rehabilitación dura meses, por lo que son sustituidas por otras dos.
“Estas compuertas son de la construcción del Canal, o sea, tienen más de 100 años”, dijo a la AFP el ingeniero Wilfredo Yau, gerente de obras civiles de la división de esclusas de la Autoridad del Canal de Panamá.
“Este par que estamos trabajando ahora mismo se trabajaron por última vez hace 31 años. Sacando cuentas es posible que este sea el segundo mantenimiento que se les esté haciendo”, añadió.
– Sin afectar el tránsito –
En el Canal hay 82 compuertas centenarias y otras 16 instaladas durante la ampliación de la vía en 2016. A cada una de ellas se le da mantenimiento cada 25 o 30 años, salvo que haya algún fallo grave.
La operación de mantenimiento de las cámaras tarda hasta 12 días, un período muy diferente a los seis meses que duraban los trabajos en los años 60 del siglo pasado, cuando la vía era administrada por Estados Unidos.
Durante los trabajos, el Canal sigue funcionando con normalidad porque los cierres se programan en temporadas de bajo tránsito de buques.
“Hemos optimizado el mantenimiento de tal forma que lo hacemos en ocho días, seis días, depende de lo que sea necesario para garantizar que los clientes no sean afectados”, indicó Yau.
“Tratamos al máximo de amarrar la necesidad con el momento de menos tránsito posible por el Canal para afectar lo menos posible”, dijo Carlos Patterson, gerente de esclusas del Pacífico.
– Hasta 2030 –
En el último año fiscal, 13.795 buques atravesaron el Canal, con la cifra récord de 442,1 millones de toneladas. Este aumento fue impulsado, en especial, por el gas licuado de petróleo (GLP) y el gas licuado natural (GNL), portacontenedores, naves para químicos y portavehículos.
En ese período recaudó 3.171 millones de dólares, entre peajes y otros servicios, de los que destinó 1.703 millones al tesoro nacional. El resto es para funcionamiento y mantenimiento de la ruta.
“Tenemos (mantenimiento de) compuertas programadas hasta el año 2030 aproximadamente”, añadió Patterson.
Desde su inauguración por Estados Unidos en 1914, por la vía panameña, de 80 kilómetros, han pasado más de un millón de embarcaciones para pasar del Océano Atlántico al mar Pacífica.
Estados Unidos, Japón y China son los principales usuarios de una ruta que fue recuperada por Panamá de manos estadounidenses en 1999.
“Si no fuera por el trabajo de mantenimiento esta canal no estaría funcionando es un trabajo y un compromiso que tenemos como país”, dijo Yau, mientras una embarcación pasa por el carril que ha quedado libre en las esclusas de Miraflores