Panamá no solamente puede abastecer el consumo nacional, sino que en cinco y siete años puede tener una visión de exportar arroz a otros países
La privilegiada posición geográfica que tiene Panamá, le suman un gran potencial de convertirse en un centro agroindustrial importante, que puede atraer mayores inversiones y negocios para el país, logrando autosuficiencia y catapultarlo como un país exportador.
Tres casos de éxito en el sector agropecuario panameño los podemos encontrar con las experiencias contadas por Alan Winstead de Simply Natura Farms, Juan Manuel Henríquez, gerente general de Lechería Hacienda Santa Mónica y Lorenzo Girlando, gerente de Mercadeo de Agrosilos.
Estas empresas han logrado desarrollar negocios que están en vías de consolidarse, y que en el camino han tenido que superar algunos paradigmas relacionados a la tecnología, cadena de valor y competitividad tal como se expuso durante su participación en el panel “Nuevos Negocios Asociados con la Agroindustria en la Cumbre Empresarial organizada por el Consejo de la Empresa Privada (Conep)”, panel moderado por Leroy Sheffer, Experto en Políticas Públicas de la Firma Consultora ITAS.
Los representantes de las empresas coincidieron que el país tiene un alto potencial para exportar productos agropecuarios a mercados internacionales, pero hace falta tecnificación en los procesos, mejorar la mano de obra calificada y reenfocar los subsidios. Trabajar mucho más en apoyos internos a la productividad y a la modernización de la producción, es la clave ha sido la conclusión del panel.
El ejecutivo de Simply Natura Farms, Alain Winstead, empresa que se dedica a la siembra de frutales a cielos abierto como mango, limón y aguacate plátano, y de hortalizas frutales en invernaderos, dijo que el mercado de Panamá es más allá de la ciudad capital, se podría extender a Canadá y Europa.
“Estamos hablando de 500 millones de personas que podemos aprovechar gracias a las ventajas competitivas que tiene Panamá, que no tiene Perú, Chile, Colombia e incluso México, que es el hub logístico. Una de las cosas que nosotros podemos apalancarnos es de esa ubicación geográfica que favorecen a tantas industrias. Ejemplo de las ventajas que le brinda el hub logístico panameño al mercado del sector productivo es que podemos llevar un contenedor a Nueva York a 3,500 dólares y a México les cuesta 7,500 dólares” afirmó Winstead.
Por su parte, Girlando de Agrosilos indicó que “Panamá no solamente puede abastecer el consumo nacional, sino que en cinco y siete años puede tener una visión de exportar arroz a otros países” para lograrlo debe mirar más allá de la situación actual del sector agropecuario centrándose en el futuro y analizar dónde y cómo se debe invertir y dónde incentivar.
A corto plazo se necesita ver cómo lograr el autoabastecimiento y luego la exportación dijo el ejecutivo de Agrosilos, un complejo agroindustrial de última generación y con tecnología verde, destinado a la recepción, acondicionamiento, almacenamiento, procesamiento y distribución de granos.
Otro punto que logró gran coincidencia es el enfoque del subsidio. Las empresas aseguraron que no fue un elemento decisivo dentro de sus planes de inversión el hecho de tener o no subsidio. Recomendaron que este fuera enfocado más a atender temas de productividad.
“Siento que estos incentivos si tienen que ser distribuidos de una mejor forma, que realmente sean enfocados en productividad y no tanto en controlar el mercado” explicó el gerente de la Lechería Santa Mónica Juan Manuel Henríquez.
Henríquez también hizo énfasis en la necesidad de especializaciones. “Hemos aprendido de una asociación con una lechería en Estados Unidos que una de las grandes oportunidades que existe es la especialización en las distintas partes de la cadena. Mucha de las lecherías hoy en Panamá tienen que hacer para todo ellos mismos, el levantamiento de ternera, un tema completamente distinto a la producción de leche, al igual que la producción de alimentos” dijo.
Mientras que Carlos Rognoni, viceministro de Desarrollo Agropecuario de Panamá, destacó también las bondades del mercado interno para los productos agropecuarios, como su alto poder adquisitivo y el uso del dólar como moneda. También recomendó no perder de vista el factor social, “El 40% de la población del interior y el 15% de la mano de obra del sector agropecuario se debe cuidar para traer paz social”.
Se busca convertir al Instituto Nacional de Agricultura (INA) en un clúster de educación para estudiantes y productores.