La Corte Suprema de Perú pospuso el viernes la decisión de liberar o no a la líder opositora Keiko Fujimori, quien lleva nueve meses en prisión preventiva, tras no alcanzar una decisión entre sus magistrados.
“No se ha tomado resolución” entre los cinco jueces de la Sala Permanente de la Corte, dijo su presidente Hugo Príncipe en una audiencia que duró menos de cinco minutos, evaporando las esperanzas de Keiko, quien no estaba presente, de quedar libre este mismo viernes.
La dos veces candidata presidencial y primogénita del exgobernante Alberto Fujimori (1990-2000), también encarcelado, fue enviada por un juez a prisión preventiva por 36 meses el pasado 31 de octubre en el marco del escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que también salpica a cuatro exmandatarios peruanos.
Príncipe dijo que los jueces deberán seguir deliberando hasta alcanzar un acuerdo de mayoría para dictar fallo. Para dirimir, la Sala agregará un sexto juez, pero la sentencia puede demorar hasta cuatro meses, dijo una fuente judicial a la AFP.
La líder opositora, de 44 años y cuyo partido controla el Congreso peruano, esperaba ser liberada tras presentar un recurso de casación ante la Corte Suprema para anular la orden de detención preventiva contra ella y tres colaboradores.
“Se ha producido una discordia, vamos a ser convocados para exponer ante un nuevo juez”, dijo a la prensa la abogada de Keiko, Giulliana Loza. “No vamos a descansar hasta que se haga justicia”.
Esta demora complica el futuro político de Keiko mientras Perú debate una propuesta del presidente Martín Vizcarra de adelantar un año las elecciones para abril de 2020 con vistas a superar “una crisis institucional” que causa recurrentes choques con el Congreso bajo control fujimorista.
Ser liberada le permitiría a Keiko retomar las riendas de su partido, el más votado de Perú en los últimos comicios en 2016, y perfilarse como candidata presidencial por tercera vez.
El juez Príncipe explicó que dos jueces se manifestaron contra la casación de Keiko y sus coacusados, y otros tres se pronunciaron por reducir de 36 a 18 meses la prisión preventiva. Se necesitan cuatro votos para que la Sala dicte un fallo, según la ley.
En cualquier caso, ninguna de los posturas de los jueces le daban la libertad a Keiko, destacó un jurista a la AFP.
De seguir presa, aunque se reduzca el periodo a la mitad, quedaría fuera de la contienda electoral si los comicios son adelantados para abril de 2020. En este caso recuperaría la libertad un mes después de las elecciones.
El Congreso todavía no debate la propuesta de adelantar las elecciones, que es resistida por los líderes fujimoristas.
“Estamos muy ofuscados. Algunos magistrados han caído en presiones externas” al no acoger el recurso de casación, dijo el marido de Keiko, el empresario estadounidense Mark Vito Villanella. La pareja tiene dos hijas adolescentes.
– “Recuperar tiempo” –
Éste es el tercer intento de Keiko por salir libre desde que un juez la envió a prisión el 31 de octubre.
Ella no estuvo presente en la audiencia, sino que la siguió por teleconferencia desde la cárcel de mujeres de Chorrillos, al sur Lima.
Si la Corte Suprema la mantiene presa, podrá recurrir después ante el Tribunal Constitucional como última instancia.
Una fuente del entorno familiar había dicho el jueves la AFP que Keiko estaba “enfocada en la ilusión de salir, en recuperar tiempo con su familia, pese a que entre sus partidarios la quieren ver ya al frente de una manifestación”.
Hugo Príncipe es uno de los tres jueces del tribunal que en 2009 sentenció a 25 años de cárcel a Alberto Fujimori por crímenes contra la humanidad.
– Trama de mentiras –
Keiko manejaba desde las sombras los hilos del Congreso peruano, según revelaron los chats grupales de los líderes de su partido.
Ella cuestiona estar en prisión, alegando que la investigación de la fiscalía anticorrupción se construyó a partir de una trama de “mentiras” y niega los cargos de blanquear el dinero que supuestamente le dio Odebrecht para su campaña de 2011.
La prisión de Keiko desató una crisis en su partido, que ha perdido el poder avasallador con el que arrinconó al presidente Pedro Pablo Kuczynski hasta forzar su renuncia en marzo de 2018.
Los sondeos muestran que una amplia mayoría de peruanos le quitó su respaldo, tras haber sido la más popular entre los políticos de Perú y obtener casi el 50% de votos en los últimos dos comicios (2011 y 2016). La disputa de Keiko con su hermano Kenji también ha dañado al fujimorismo.
El escándalo de Odebrecht también salpica a los expresidentes Kuczynski, Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Alan García (1985-1990 y 2006-2011), quien se suicidó en abril antes de ser detenido.