Tinder es dirigido por Match Group, el coloso propietario de la mayoría de las aplicaciones de citas que podrían usarse, con la excepción de Bumble. OkCupid, otra compañía de Match Group, presentó la función “Likes You” (“Le gustas”) como una opción para los usuarios con suscripción a partir de 2012. Sin embargo, los fundadores de Tinder se mostraron reacios a incorporarla.
“Tinder definitivamente no es un juego”, dijo Elie Seidman, director ejecutivo de la empresa en una entrevista reciente. “Su núcleo son las conexiones humanas”.
Sin embargo, más de cerca, la aplicación no parece muy distinta de un sinfín de juegos móviles que existen en el mercado. Tinder tiene un objetivo claro y reglas explícitas. En cualquier momento del día, hay decenas de millones de personas que juegan —o más bien dan ‘me gusta’— en esa aplicación de citas. Además, al igual que los juegos con los que compite por la atención de la gente, Tinder les cobra a los usuarios que quieren ventajas.
En Clash of Clans, por ejemplo, un juego móvil en el que construyes y defiendes a una aldea, puedes usar dinero real para comprar “gemas”, la moneda básica del juego. En Tinder puedes comprar “superlikes” adicionales (los cuales alertan a otros usuarios que te gustan) y “boosts” (una opción con la que tu perfil es más visible para las personas de tu zona).
O, para aumentar de verdad tus probabilidades, puedes suscribirte a Tinder Gold por unos 30 dólares al mes (el precio depende de varios factores, entre ellos dónde vives y cuántos años has estado buscando pareja).
Tinder Gold les da acceso a los usuarios a una función llamada “Likes You”, la cual les da una lista de personas a las que les gustan. De pronto, ya no tienes que perder tu tiempo eligiendo usuarios. En cambio, tienes una lista (esperemos que larga) de extraños con los que tienes garantizado un “match”, es decir, que les gustas. Es como si adoptaras el modo dios en una aplicación de citas.
“La estructura de esas compras internas en la aplicación es muy similar a la estructura de compras internas de los juegos, pues obtienes habilidades especiales”, dijo Randy Nelson, director de proyectos móviles en Sensor Tower, una firma de análisis. “Puede trazarse una línea directa de las ventajas y mejoras en un juego con las funciones adicionales de Tinder”.
Tinder las ha aprovechado al máximo desde que presentó Tinder Gold en 2017. Según Sensor Tower y App Annie, otra firma de análisis, se ha convertido en la aplicación no lúdica más vendida en el mundo.
Además, está creciendo cada vez más: Tinder anunció el martes que había agregado más de 500.000 suscriptores a nivel mundial durante el último trimestre, para alcanzar un total de más de cinco millones de personas que pagan Tinder Gold o Tinder Plus, una versión menos costosa.
En 2015, según Sensor Tower, las diez aplicaciones más vendidas de la App Store durante el segundo trimestre fueron juegos. Pero en 2016, Spotify, una aplicación de suscripción, entró en la competencia. En el segundo trimestre de 2019, cuatro aplicaciones no lúdicas —Tinder, Netflix, YouTube y Tencent Video— están en los primeros diez lugares, junto con juegos como Honor of Kings y Candy Crush Saga.
La estructura de precios de Tinder es el punto medio entre esos juegos y algo como YouTube, cuyo paquete prémium elimina los anuncios molestos y te da acceso a contenido exclusivo.
Gary Swidler, director financiero de Match Group, dijo que “a los líderes previos de la compañía les había preocupado romper el principio fundacional de la doble adhesión”.
El director actual de la aplicación no comparte esas inquietudes.
“Se equivocaron”, dijo Seidman (varios de los fundadores de la aplicación, entre ellos Sean Rad, exdirector ejecutivo, están librando una batalla legal con Match y su empresa matriz, IAC).
La mayoría de la gente cree que Tinder es una aplicación gratuita, y lo es para la mayoría de sus millones de usuarios. Brent Thill, un analista de Jefferies Technology Group, dijo que Match Group en total tenía más de 80 millones de usuarios (la empresa no publica cifras específicas para cada aplicación).
Swidler dijo que aproximadamente el 70 por ciento de los ingresos de Tinder proviene de suscripciones; el otro 30 por ciento proviene de funciones a la carta, junto con una pequeña cantidad de publicidad.
Algunos expertos que hace poco habían expresado dudas sobre Match Group cambiaron de parecer. Goldman Sachs había aconsejado a los inversionistas que vendieran sus acciones en febrero, citando la probabilidad de que los suscriptores de Tinder Gold finalizaran sus suscripciones y que Facebook incursionara en la industria de las citas. Sin embargo, en mayo, los analistas de Goldman ajustaron sus cálculos, y dijeron que su opinión previa fue “miope” dado el crecimiento constante de suscriptores de la empresa.
Ese crecimiento llega ahora que Match Group sigue expandiéndose a nuevos mercados, y aumentando su base de usuarios en todo el mundo.
“Obtienes una gran ventaja cuando tienes muchos usuarios gratuitos”, dijo Swidler, y explicó la política de “producto primero y monetización después” de la compañía. Básicamente, cuantas más personas usen Tinder, habrá más usuarios que terminen pagando ciertos beneficios. Claro, si se frustran lo suficiente.