“Se confirmó la presencia de un tumor maligno”, informó su médico a través de un comunicado de la presidencia uruguaya.
El presidente de Uruguay Tabaré Vázquez, de 79 años, tiene cáncer de pulmón, confirmó este viernes su médico tratante, luego de que se le realizara un biopsia para diagnosticar la enfermedad.
“Se confirmó la presencia de un tumor maligno”, informó su médico a través de un comunicado de la presidencia.
Vázquez, un médico oncólogo que dedicó parte de su acción política a la lucha contra el tabaquismo y el cáncer de pulmón, “se encuentra en excelente estado” y superó “sin complicaciones” la intervención.
En el tono tranquilo que lo caracteriza, el mandatario había anunciado el martes pasado que se le había descubierto un “nódulo pulmonar” con apariencia maligna, que le obligaría a internarse para tener un diagnóstico definitivo.
Este viernes, el oncólogo tratante, Mauricio Cuello, señaló que el resultado definitivo estará disponible en los próximos días y que las futuras “conductas terapéuticas” dependerán de los resultados que arrojen los estudios que se le practican.
La enfermedad de Vázquez, que gobierna Uruguay por segunda vez desde 2015 y que termina su mandato en marzo de 2020, sorprendió al país en plena campaña presidencial con miras hacia unas reñidas elecciones el próximo 27 de octubre.
“De aquí en más en este tema paso a ser un paciente”, dijo Vázquez el día que anunció el hallazgo del tumor, pero no hizo declaración alguna sobre su continuidad al frente del gobierno y se retiró saludando uno a uno a sus ministros.
Tan solo el 31 de julio pasado sufrió la pérdida de su esposa, María Auxiliadora Delgado, que falleció repentinamente a los 82 años y con quien estuvo casado desde 1964.
El mandatario pertenece al izquierdista Frente Amplio, que gobierna Uruguay desde 2005 y que llegó por primera vez al poder liderado por el propio Vázquez.
El presidente ha sido reconocido y premiado por su lucha contra el tabaquismo y consiguió convertir a Uruguay en el primer país libre de humo de tabaco en América Latina en 2006, y el quinto del mundo, al prohibir fumar en espacios públicos cerrados.