Los manifestantes ondearon numerosas banderas vascas (ikurriñas de color rojo, verde y blanco) en una protesta que reúne a militantes anticapitalistas, altermundialistas, ecologistas y nacionalistas vascos, así como decenas de “chalecos amarillos”.
Miles de opositores a la cumbre del G7 de Biarritz empezaron este sábado en Hendaya, al suroeste de Francia, una manifestación que les llevará hasta la ciudad española de Irún, en una marcha de 4 km permitida por las autoridades.
Los organizadores esperaban reunir “al menos 10.000” personas en una protesta que empezó en el puerto de Hendaya, bajo un ambiente tranquilo y un sol radiante, comprobaron periodistas de la AFP.
Los manifestantes ondearon numerosas banderas vascas (ikurriñas de color rojo, verde y blanco) en una protesta que reúne a militantes anticapitalistas, altermundialistas, ecologistas y nacionalistas vascos, así como decenas de “chalecos amarillos”.
Las organizaciones de la protesta aseguraron que sería pacífica.
“Tenemos un servicio de orden bastante consecuente con 200 militantes experimentados, la mayoría de ellos vascos”, aseguró la portavoz de Alternativa G7, un colectivo que participa en la organización de la contracumbre. También pidió “responsabilidad a las fuerzas del Estado”.
“Es importante mostrar que la población se moviliza y que no está de acuerdo con el mundo que nos proponen”, declaró Elise Dilet, una manifestante de 47 años, que milita en la asociación altermundialista vasca Bizi.
“Queremos que la manifestación sea totalmente pacífica y aunque tememos algunos incidentes, haremos todo lo posible para que esto no suceda”, añadió.
El viernes por la noche se produjeron los primeros choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en Urruña, cerca del campamento donde se celebra la cumbre alternativa al G7.
Los manifestantes lanzaron proyectiles contra la policía que utilizó gases lacrimógenos y balas de goma.
Las fuerzas del orden detuvieron a 17 personas y cuatro agentes resultaron levemente heridos. Los servicios de protección civil franceses también atendieron a siete manifestantes.
Según miembros de la organización de la cumbre alternativa, 23 personas fueron atendidas por equipos de “street medics” (manifestantes que ofrecen asistencia médica), tras haber sufrido rasguños por balas de goma.
Los organizadores aseguraron que estos incidentes no lastran “el éxito de la cumbre alternativa”, que concluyó el viernes tras haber reunido a 5.000 personas, informaron Alternativa G7 y la plataforma vasca “G7 Ez” (“No al G7”).
Más de 13.000 policías y gendarmes fueron desplegados en Biarritz y en toda la región del suroeste de Francia.